La Fórmula 1 ha ganado terreno año con año entre los aficionados en los Estados Unidos. Desde el lanzamiento de la serie "Drive to survive" a través de Netflix comenzó la fiebre en el país de las barras y las estrellas, afecto al serial Nascar.
En 2021 el Gran Premio de Estados Unidos en el Circuito de las Américas en Austin, Texas, rompió récord de asistencia con 400,000 espectadores. Este fin de semana hay un nuevo hito con el debut del Gran Premio de Miami en el calendario más extenso de la historia en la máxima categoría del automovilismo.
Trazado en un circuito callejero, la próxima fecha de la Fórmula 1 promete una revolución en el cada vez más accesible mundo de la Fórmula 1. Y es que el gran circo se ha encontrado cara a cara con el espectacular deporte estadounidense y una ciudad llena de luz y sonido.
Toda la semana, las grandes estrellas de la Fórmula 1 se han encontrado con las figuras del deporte estadounidense. El siete veces campeón Lewis Hamilton jugó golfo con Tom Brady, el máximo ganador de campeonatos Vince Lombardi en la NFL. Se trató del encuentro de dos titanes en sus disciplinas que acumulan 14 títulos en conjunto.
La leyenda de la NBA, Michael Jordan departió con el piloto francés Pierre Gasly, mientras que Max Verstappen y el mexicano Sergio Pérez lanzaban la primera bola en el estadio de los Marlins de Florida de las Grandes Ligas.
Charles Leclerc, el máximo candidato al título con Ferrari, también tuvo su oportunidad de probar su habilidad con la pelota en el diamante.
Lando Norris y Daniel Ricciardo se encontraron con el famoso presentador James Corden, en un muy particular encuentro con toque inglés en la Florida.
No es casualidad que en su estrategia de crecimiento, los directivos de la Fórmula 1 emparejen a sus pilotos con las grandes leyendas del deporte estadounidense, nada puede generar mejor nuevos aficionados que encuentros como el Brady - Hamilton.
Los primeros vistazos al circuito prometen un gran premio espectacular, colorido, lujoso y bajo una ambiente al más puro estilo estadounidense.
La cita en Miami es un paradigma para la Fórmula 1, un momento definitorio para su posible consolidación en un país que ama el deporte.
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