Luego de que la semana pasada el estado de Querétaro fuera testigo de actos de violencia en el Estadio Corregidora, América y Chivas detuvieron el Clásico de Clásicos al minuto 62 para pedir por la paz en el fútbol mexicano.
El juego realizado en el Estadio Akron, ubicado en el estado de Jalisco, fue protegido por elementos de la Guardia Nacional, agrupación creada por Andrés Manuel López Obrador.
Antes del arranque del partido, ambos equipos encabezaron un protocolo donde se resalto los valores de la liga y se exigió un alto a la violencia en el deporte.
Los capitanes de los equipos, Guillermo Ochoa e Issac Brisuela, lanzaron un mensaje contundente ante la violencia.
Y sí, se cumplió el clásico empate entre América y Chivas. Ambos equipos pudieron ganarlo sobre el final, pero nunca llegó el gol. A pesar de que Jonathan Dos Santos salió expulsado y dejó a las Águilas vulnerables, ninguno logró la victoria y la afición se fue con un resultado insatisfecho.
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