La Gioconda o Mona Lisa, es sin duda la pintura más famosa de la historia del arte; la belleza, precisión y extraña sonrisa plasmada por el mítico Leonardo Da Vinci han sido protagonistas de múltiples enigmas y conspiraciones en torno a quién es la mujer retratada.
Durante muchos años, la pieza exhibida en el Museo del Louvre en París ha sido víctima de estudios y análisis para determinar la verdadera identidad detrás de la misteriosa mujer sonriente; sin embargo, aún se sigue debatiendo sobre ella.
Por un lado investigadores italianos han asegurado por años que la modelo era una mujer de clase media de la Toscana italiana, pero otros teóricos de la conspiración afirman que podría tratarse de un secreto, casi como una broma, del genio del Renacimiento
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Un encargo especial
De acuerdo con historiadores italianos, por el ya lejano 1503, Leonardo Da Vinci se encontraba trabajando en su taller en Florencia, al norte de Italia, cuando recibió una particular petición por parte de Francesco di Bartolomeo de Zanobi del Giocondo, un popular comerciante de la región de la Toscana.
La petición de Francesco para Da Vinci fue un retrato de su esposa, para celebrar el nacimiento de una de sus hijas y la compra de una nueva casa familiar. La mujer que sería la modelo era Lisa Gherardini; apodada La Gioconda, por su nombre de casada.
Lisa, por muchos considerados la musa de Leonardo, era una mujer de casa; madre de cinco que llevaba una vida normal para la clase media de la época. Proveniente de una familia modesta que no gozaba de lujos, pero que vivía bien gracias al trabajo de sus padres con negocios relacionados a la agricultura.
De entonces 24 años, la supuesta modelo de la Gioconda fue inmortalizada con la mano derecha apoyada sobre la izquierda, vestida con prendas negras y un velo sobre su rostro como símbolo de la fidelidad hacia su esposo; pero el gesto más enigmático es su sonrisa.
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El misterio de su sonrisa
Por más de 500 años, la sonrisa de la Gioconda ha despertado gran interés debido a su ambiguo significado; algunos investigadores la definen como un gesto que demuestra serenidad, paz y tranquilidad; sin embargo, otros la han descrito como una sonrisa casi burlona, como si Leonardo Da Vinci lo hubiera hecho a propósito para despistar a quienes la admiran con detalle.
Esto ha traído consigo diversas teorías en torno a la pintura más famosa de la historia; pues algunos aseguran que es un autorretrato del mismo Leonardo Da Vinci, pero matizado; casi como si quisiera pasar desapercibido dentro de su propia obra. La sonrisa, en este sentido, significaría nada más y nada menos que una de las bromas más elaboradas en la historia del arte y Da Vinci como el gran triunfador en su búsqueda por crear gran confusión incluso después de su muerte, por más de 500 años.
Esta es una de las teorías más comentadas en torno a esta obra de arte; la cual es la más visitada a nivel mundial y vive dentro del Museo del Louvre desde 1797; resguardada para ser admirada por los más de ocho millones de turistas que visitan este recinto año con año.