La belleza de Chichén Itzá sigue sorprendiendo en cada descubrimiento que se realiza. Ahora se ha dado a conocer una de las joyas de esta zona arqueológica que permaneció en la oscuridad durante más de mil años.
La cueva de Balamkú, el dios jaguar, que se ubica a más de dos kilómetros al este del Templo de Kukulkán, se ha convertido en uno de los hallazgo más importantes de los últimos años. Se trata de una cámara subterránea que se ha mantenido sin modificaciones durante todo este tiempo.
Aunque la cavidad fue descubierta en 1966 por ejidatarios de la zona, fue hasta 2018 cuando los arqueólogos se pusieron en contacto con estos restos de la cultura maya. Según reportes de la zona, el hallazgo se debido después de que un grupo de personas se encontraban cazando un armadillo y éste les mostró el lugar.
Ante el descubrimiento, los lugareños dieron aviso a las autoridades correspondientes. Víctor Segovia Pinto, arqueólogo, realizó un reporte que fue enviado el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en donde detalló el elevado número de material arqueológico localizado.
El inicio de la cultura maya
A pesar de que el hallazgo fue señalado como muy importante, Segovia decidió cerrar la cueva a pocas semanas de localizarla, lo que provocó la desaparición de todos los hallazgos. Una de las hipótesis es de que los lugareños le advirtieron que podrían pasar cosas negativas en caso de acceder a la cámara. Incluso se dice que el lugar conserva malos aires que pueden provocar daños a las personas.
Sin embargo, esta nueva oportunidad para estudiar la zona no será desaprovechada por los arqueólogos, así lo afirmó Guillermo de Anda, encargado del proyecto Gran Acuífero Maya (GAM), en 2019. Esta investigación pretende localizar entradas subterráneas que logren dar acceso al cenote que se localiza debajo de la pirámide de Kukulkán.
Este cenote es conocido como Ya´ax-há, 'agua verde' en maya, localizada en la quinta dimensión de la cosmogonía de esta importante cultura. El cenote se localiza debajo de la pirámide de Kukulkán y podría ser el epicentro de la fundación de la ciudad de Chichén Itzá, así lo afirmó Pedro Francisco Sánchez, coordinador nacional de Arqueología del INAH.
Con información de Infobae.
RCB
