Han pasado seis meses del inicio del gobierno de la Presidenta Claudia Sheinbaum, y México vive una etapa de consolidación política y de avance económico marcada por el liderazgo de la mandataria. Su administración no solo ha mantenido la continuidad del proyecto de la Cuarta Transformación, sino que le ha dado un sello propio, con un enfoque más técnico, estratégico y enfocado principalmente en lo social. La aprobación refleja este respaldo, con niveles superiores al 80%, la Presidenta Claudia Sheinbaum se posiciona como una de las jefas de Estado con mayor popularidad a nivel mundial. Este apoyo no es casualidad, sino el resultado de una gestión firme y orientada al bienestar del Pueblo de México, que ha sabido enfrentar desafíos internos y externos con inteligencia política y capacidad de negociación.
Tal vez, el principal reto en estos seis meses haya sido el contexto internacional, particularmente con la presidencia de Donald Trump, y su reciente anuncio de aranceles a múltiples países del mundo, el llamado “día de la liberación”. México, sin embargo, quedó fuera de esa lista gracias a una diplomacia económica de alto nivel. La Presidenta Claudia Sheinbaum, junto con el Canciller Juan Ramón de la Fuente y el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, emprendieron intensas negociaciones con sus contrapartes en Washington. Con argumentos sólidos, datos reales y una estrategia basada en el beneficio mutuo, lograron convencer al gobierno estadounidense del valor de mantener la relación comercial con México. Este logro es un testimonio del profesionalismo con el que se conduce la política exterior del país.
Sin dejar de trabajar, luego de haber sorteado el anuncio arancelario, la semana anterior la Presidenta presentó los avances del ambicioso Plan México en el Museo Nacional de Antropología. Se trata de una estrategia integral con 18 acciones concretas para fortalecer la soberanía económica del país, aumentar la producción nacional y proteger a las familias mexicanas frente a los riesgos globales, como la inflación o los posibles choques comerciales.
Entre los ejes más destacados del Plan están la autosuficiencia alimentaria y energética, el impulso acelerado a la obra pública, la expansión del acceso a la vivienda y la reactivación del mercado interno. El gobierno busca fortalecer industrias clave como la textil, farmacéutica, petroquímica, automotriz y de semiconductores. Todo ello bajo una lógica de sustitución estratégica de importaciones, modernización productiva y empleos bien remunerados. La iniciativa también contempla mecanismos para facilitar la inversión, como la creación de una ventanilla digital única para trámites en todos los niveles de gobierno, y la licitación de 15 polos de bienestar con beneficios fiscales, incluido un parque de economía circular en Hidalgo. El énfasis en la sostenibilidad, la digitalización y el desarrollo científico y tecnológico es otra muestra del sello particular que Claudia Sheinbaum está imprimiendo a su gobierno.
Además, se están tomando medidas inmediatas para proteger el poder adquisitivo de las familias. Continúa el fortalecimiento del paquete contra la inflación y la carestía, se mantiene el aumento sostenido del salario mínimo —con la meta de alcanzar el equivalente a 2.5 canastas básicas—, y se garantizan todos los programas sociales como derechos constitucionales. La Presidenta Claudia Sheinbaum ha sabido responder a las expectativas y encaminar al país hacia una etapa de bienestar sostenido. Seis meses han bastado para mostrar que su gobierno no solo representa la continuidad de un proyecto, sino el inicio de una nueva etapa en la transformación de México.
Arturo Ávila, Diputado Federal y Vocero del Grupo Parlamentario de Morena de la LXVI Legislatura
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