Más que un conflicto, el tema del agua que México le debe entregar a los Estados Unidos es un nuevo reto en esta etapa de comunicación. No es un abierto desafío en la relación internacional de ambos países que merezca la imposición unilateral de aranceles, ni es un tema que se decida por un solo lado.
La relación entre Estados Unidos y México ha tenido algunos momentos álgidos en este asunto, mismo que ha estado marcado por una serie de dificultades en torno a la disponibilidad del agua, porque, como todos sabemos, la lluvia y el escurrimiento de las zonas montañosas y la incidencia del sol o el calor para su evaporación, aunque pueda ser medible, no es controlable.
Y aunque sí ha habido algunos conflictos, como podemos recordar recientemente el año 2020, no han sido para generar un mayor desencuentro entre los países. Pues bien, hace unos días, el presidente Donald Trump acusó a México de incumplir este tratado y "robar" agua a los productores de Texas, amenazando con imponer nuevos aranceles a los productos mexicanos por no cumplir el Tratado de la Distribución de las Aguas Internacionales firmado por México y EE.UU. en 1944.
Ante esta situación, la presidenta Claudia Sheinbaum ha demostrado una vez más su habilidad para manejar situaciones diplomáticas complejas, y no esperábamos menos. Sabemos el liderazgo que tiene nuestra mandataria quien, a través de su cuenta de X, confirmó que esta administración ya trabaja para resolver la controversia y mandó una propuesta integral al subsecretario del Departamento de Estado de Estados Unidos para atender el envío de agua a Texas atendiendo al tratado.
La Dra. Sheinbaum propone acciones de muy corto plazo para abordar la situación y destaca que México ha cumplido con sus compromisos en la medida de la disponibilidad del recurso, es decir, si no llueve, no hay agua o al menos no la suficiente ni la requerida. Además, es importante mencionar que este asunto no lo determina un país, es un tema que debe analizar y estudiar la Comisión Internacional de Límites y Aguas, quienes continúan trabajando para encontrar soluciones que beneficien a ambas naciones.
La problemática del agua entre Estados Unidos y México es un tema difícil que requiere una solución diplomática sostenible. La sequía y la presión de los gobiernos estatales de los lados de la frontera han sido factores clave en esta disputa. Es fundamental que ambos países trabajen juntos para encontrar una solución que beneficie a ambas partes.
En pocas palabras, una vez más vemos la capacidad de la presidenta y su liderazgo en el equipo que comanda para manejar situaciones diplomáticas complejas y encontrar soluciones que beneficien a México y a sus relaciones internacionales. Ya hay una propuesta integral, lo cual es un paso importante hacia la resolución de la problemática del agua entre Estados Unidos y México, y es fundamental que ambos países sigan trabajando juntos para encontrar una solución duradera, sostenible y beneficiosa para ambas partes tomando como base la cooperación y el trabajo conjunto para resolver esta problemática y fortalecer las relaciones entre ambos países y además pensar en una solución sostenible teniendo en cuenta las necesidades de ambos, así como el impacto ambiental y social de la disputa.
POR DR. SAÚL MONREAL ÁVILA
SENADOR
PAL