Este 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer. Los desafíos son mayores, especialmente en lo relacionados con la economía, el comercio y el desarrollo sostenible, su lugar en el mundo. En las reuniones sobre comercio y sobre la mujer de este año, el asunto del papel de las mujeres en el comercio requiere no ser dejado en segundo plano en el contexto actual, en la revisión de acuerdos o generación de nuevos compromisos y negociaciones de política internacional.
En este período, los conflictos y las medidas que definen el comercio y sus restricciones también las afectan profundamente, en el campo alimentario, laboral, en su incorporación plena y cotidiana en condiciones dignas, de paz duradera, en los diferentes factores que influyen en su desarrollo pleno, lo que hace más importante la evaluación de los impactos que las políticas y medidas en el campo comercial tienen hacia las mujeres y niñas por el profundo efecto que tienen sobre ellas a corto y largo plazo.
Actualmente, las tensiones geopolíticas y comerciales se han escalado en muchos lugares. Los países de la región mesoamericana y del Caribe, de América Latina, están siendo afectados por las cambiantes condiciones del comercio, especialmente en América del Norte. En la región, más de 330 millones de mujeres y niñas que forman parte de los cerca de 667 millones de personas que habitan la región según el Anuario Estadístico de la CEPAL pueden beneficiarse o ser afectadas negativamente por las políticas y medidas que se tomen en el ámbito comercial.
En diferentes espacios se ha llamado a examinar las barreras que dificultan la participación de las mujeres en el comercio internacional y regional en América Latina y El Caribe. Este año, el Banco Mundial reporta que las mujeres en la región tienen hasta 19% menos de acceso a internet que los hombres. ONU Comercio y Desarrollo llamó en 2017 a la evaluación ex ante de las consecuencias que las medidas que se adopten, a la revisión de los indicadores y previsión del impacto hacia ellas.
En 2022, la Organización Mundial de Comercio destacaba algo que es importante rescatar ahora, cuando lanzó la iniciativa Comercio para la Paz. Que el comercio no sólo es un importante factor del crecimiento económico, sino también para la mitigación de la pobreza, especialmente de los países y regiones sin litoral, para los menos adelantados, cuando ya se mostraban numerosas crisis simultáneas en el marco del Examen Global de la Ayuda para el Comercio de ese año.
Ante las controversias, crisis y restricciones comerciales se vuelve a colocar en la mesa la necesidad de incorporar la consideración de la relación entre comercio, paz y desarrollo con las condiciones para las mujeres y las niñas, cuando se tratan las cuestiones del crecimiento, facilitación del comercio, atención a las restricciones, diversificación de las exportaciones, competitividad internacional, creación de capacidades productivas y la conexión de las cadenas de valor, solución a los problemas.
POR GUADALUPE GONZÁLEZ CHÁVEZ
Catedrática universitaria
@GuadalupeGonzCh
MAAZ