Columna Invitada

Migración, asunto de todos

La andanada trumpista de órdenes ejecutivas para deportar a personas que no poseen documentación legal en EE. UU. ha presionado las capacidades logísticas, presupuestales y operativas de la COMAR

Migración, asunto de todos
Cecilia Romero / Colaboradora / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Siendo la migración un asunto que hoy en día ocupa gran parte de las pláticas que están llevando a cabo los gobiernos de nuestro país y el de EE. UU., vale la pena considerar algunas de las aristas que se derivan de su gestión, y de los pendientes que tenemos de este lado de la frontera para ayudar a aliviar la crisis en curso.

La actual Ley de Migración, aprobada en 2011, considera en su articulado a la migración de retorno, es decir, a los mexicanos que son devueltos por la autoridad norteamericana. Sin embargo, no prevé con suficiencia el protocolo de atención para nuestros compatriotas, desde su recepción hasta su reintegración. Tampoco atiende el caso, que debería ser excepcional, de extranjeros devueltos a México.

Otro capítulo importante que debe incorporarse a la Ley de Migración es el de la atención de los mexicanos en el extranjero. Hasta hoy, es la Ley de Población la que rige al Instituto de Mexicanos y Mexicanas en el Extranjero (IMME), pero su actuación debe actualizarse e incluirse en la legislación migratoria.

Por otra parte, uno de los espacios del gobierno federal que requiere un rediseño integral es la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), que ha implosionado ante la llegada de grandes cantidades de extranjeros que buscan refugio en México. 

La COMAR es el organismo desconcentrado de la Secretaría de Gobernación que gestiona las solicitudes de refugio y propone caminos para la integración de quienes obtienen ese estatus, o en su caso, la repatriación a los lugares de origen de los solicitantes. 

Tiene su origen en la atención brindada por el gobierno mexicano en la década de los 80´s a los centroamericanos desplazados por la violencia en sus países, especialmente Guatemala. Posteriormente, la Comisión se convirtió en un instrumento permanente y presta ayuda a personas de todo el mundo que buscan refugio.

La andanada trumpista de órdenes ejecutivas para deportar a personas que no poseen documentación legal en EE. UU. ha presionado las capacidades logísticas, presupuestales y operativas de la COMAR, ya que muchas de las personas que son devueltas a México son de otros países y en ocasiones buscan encontrar aquí el refugio que les fue negado en EE. UU.

El número de migrantes indocumentados ha crecido en los últimos tiempos. Muchos de ellos han sido devueltos, pero también otros están varados en nuestro país por la suspensión del procedimiento CBP1, que les permitía solicitar una cita para pedir asilo a EE. UU. por medios electrónicos y esperar en México la fecha en que debían presentarse ante la autoridad norteamericana.

La problemática social que se ha agravado a raíz de estos acontecimientos exige una respuesta integral que respete la dignidad de todos. El gobierno tiene responsabilidad primordial, pero la sociedad entera debe involucrarse en la búsqueda de soluciones. ¿Qué respuesta se ofrece desde la sociedad civil?

POR CECILIA ROMERO CASTILLO

COLABORADORA

@CECILIAROMEROC

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