Telecom en Perspectiva

eSIM: Avances, barreras y el reto de la competencia

Desde su llegada en 2019, la eSIM ha ganado presencia en México, alcanzando una penetración del 7.3% de las líneas móviles (9.5 millones de usuarios) al cierre de 2024

eSIM: Avances, barreras y el reto de la competencia
Gonzalo Rojón / Telecom en Perspectiva / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

La conectividad móvil atraviesa una transformación silenciosa con la expansión de la eSIM (Embedded SIM), una tecnología que elimina la necesidad del chip físico y permite cambiar de operador o plan de datos con solo unos clics. Aunque su adopción en México aún es incipiente, su crecimiento acelerado y su impacto global confirman que no es una moda pasajera, sino una disrupción con implicaciones de gran alcance.

Desde su llegada en 2019, la eSIM ha ganado presencia en México, alcanzando una penetración del 7.3% de las líneas móviles (9.5 millones de usuarios) al cierre de 2024. Para 2025, se espera que esta cifra se duplique hasta 21 millones. Sin embargo, su impacto no radica solo en los números, sino en cómo empodera a los consumidores y redefine la competencia en el sector.

Cambiar de operador ha sido tradicionalmente un proceso engorroso, con barreras artificiales que han desincentivado la portabilidad numérica y la competencia. La eSIM elimina la fricción de acudir a un centro de atención para obtener un chip físico, permitiendo cambiar de operador de forma remota, rápida y sencilla. Esto reduce el poder de las grandes compañías y abre espacio a operadores móviles virtuales (OMV), que pueden competir sin infraestructura física.

En mercados maduros como Estados Unidos y la Unión Europea, la eSIM ya es un estándar en dispositivos de gama alta y se extiende a modelos más accesibles. Su adopción ha sido impulsada por fabricantes como Apple y Samsung, que buscan simplificar la experiencia del usuario y reducir costos. México no es la excepción, y aunque su adopción aún es baja, pronto será un diferenciador clave en la oferta de servicios móviles.

Además, la eSIM fragmenta el mercado al permitir múltiples líneas en un solo dispositivo con distintos operadores. Esto beneficia a quienes buscan optimizar costos o necesitan cobertura en distintas regiones. Para los viajeros, es una revolución: ahora pueden contratar planes locales en el extranjero sin cambiar su SIM física, evitando los altos costos de roaming.

En México, los operadores han mantenido una postura restrictiva respecto a dispositivos con doble SIM, limitando su acceso. La eSIM elimina esta práctica, que podría ser utilizada con fines anticompetitivos al obligar a los usuarios a depender de un solo operador. Ahora, las compañías deben competir por calidad y precio, en lugar de imponer barreras artificiales que restringen la libertad de elección.

El crecimiento de la eSIM dependerá de tres factores clave: mayor disponibilidad de dispositivos compatibles, mayor conocimiento por parte del usuario y adopción masiva por los operadores. En este sentido, los operadores móviles virtuales, que no cuentan con tiendas físicas, son los principales beneficiados, pues pueden ofrecer servicios sin las barreras tradicionales de distribución.

Sin embargo, en México aún hay tareas pendientes, ya que algunos operadores requiere la visita forzosa a un centro de atención a clientes para el cambio de eSIM de un dispositivo a otro, proceso que debería ser sencillo y remoto. Esto contradice el espíritu de la eSIM, que debería facilitar la vida del usuario, no complicarla. 

Mientras persistan estas prácticas, el potencial de la eSIM seguirá limitado por intereses comerciales que van en contra de la innovación y la libre elección del consumidor.

POR GONZALO ROJON

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