Columna Invitada

Plan México y el PND: ¿Dónde Queda el Sector Financiero?

Las pequeñas y medianas empresas (PyMES), que representan una parte vital de la economía mexicana, dependen del acceso a crédito para poder expandirse

Plan México y el PND: ¿Dónde Queda el Sector Financiero?
Álvaro Vértiz / Columna invitada / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

El Plan México junto con el Plan Nacional de Desarrollo (PND) propuesto por la presidenta Claudia Sheinbaum, representan una hoja de ruta ambiciosa y necesaria que busca transformar al país, centrándose en el bienestar social, el desarrollo sustentable y el fortalecimiento económico. Sin embargo, para que estos objetivos se materialicen de manera efectiva, es crucial que el sector financiero se desarrolle de manera integral y de forma incluyente. Sin este componente, los planes no alcanzarán todo su potencial pues dejarán a una gran parte de la población atrás.

La falta de acceso a servicios financieros en México es un problema profundo. Más de la mitad de la población no tiene acceso a servicios financieros formales. Esto no sólo fomenta el uso intensivo de efectivo, sino que limita las oportunidades de emprendimiento, ahorro, acceso al crédito y a otros instrumentos financieros. Esta exclusión financiera frena el desarrollo económico del país y las oportunidades de inversión. 

Si el objetivo es lograr una industrialización efectiva y atraer inversiones extranjeras, el fortalecimiento de un sector financiero robusto y democratizado es imprescindible. Empresas internacionales que ven a México como un pilar de nearshoring podrían reconsiderar sus decisiones si la fuerza laboral no tiene acceso a los instrumentos necesarios para su desarrollo, como cuentas bancarias para recibir depósitos y pagos bancarios, financiamiento asequible o mecanismos seguros de ahorro y retiro.

No obstante, el sistema financiero no sólo es fundamental para las grandes empresas y los inversionistas extranjeros. Las pequeñas y medianas empresas (PyMES), que representan una parte vital de la economía mexicana, dependen del acceso a crédito para poder expandirse. Sin embargo, muchas de ellas no tienen acceso a financiamiento formal, lo que las coloca en desventaja frente a las grandes corporaciones. Sin la posibilidad de conectarse a cadenas de suministro globales, las PyMES enfrentan dificultades para crecer y contribuir a la industrialización del país.

Asimismo, a nivel individual, la falta de acceso a productos financieros básicos como seguros, ahorros formales y crédito accesible aumenta la vulnerabilidad de las personas ante crisis económicas, desastres naturales y cambios en el entorno global. Esto también limita el bienestar social y la resiliencia económica del país.

Uno de los principales obstáculos para la inclusión financiera es la dependencia del efectivo. Reducir este uso es esencial para crear un sistema financiero más próspero e inclusivo. Para lograrlo, se necesitan políticas que fomenten el uso de plataformas digitales seguras, herramientas que puedan proporcionar acceso más amplio y seguro a servicios financieros, así como educación financiera y digital para que la ciudadanía acceda a estos servicios. A continuación, algunas acciones que podrían ayudar a la inclusión:

1. Garantizar el acceso con tecnología básica: Una gran parte de la población mexicana utiliza celulares con tecnología 2G y 3G, lo que las excluye de muchas soluciones financieras digitales. Adaptar las plataformas financieras digitales para ser compatibles con estos dispositivos permitiría ingresar a millones de personas al sector financiero.

2. Incentivar el uso de plataformas digitales: Los incentivos fiscales o subsidios para usuarios y PyMEs que adopten medios de pago digitales pueden acelerar la transición. Además, es fundamental generar confianza en estas plataformas a través de políticas de seguridad cibernética robustas.

3. Incluir e incentivar programas de Educación Financiera: La educación financiera debe ser parte del programa educativo nacional desde la infancia. Esto permitirá que las futuras generaciones comprendan la importancia del ahorro, el crédito y otros productos financieros. Un programa integral de educación financiera podría ser la base para construir una cultura financiera sólida y responsable en todo el país.

4. Fortalecimiento de las plataformas del Banco del Bienestar: El Banco del Bienestar, como brazo financiero del gobierno, tiene el potencial de liderar la transición hacia un México financieramente inclusivo. Sin embargo, para cumplir con este objetivo, es necesaria una inversión significativa en infraestructura tecnológica y capacitación con el fin de que la plataforma permita transaccionar y no solo consultar.

El marco regulatorio actual, aunque necesario para garantizar la estabilidad del sistema financiero, tiene importantes áreas de oportunidad en torno al fomento a la innovación y el desarrollo de nuevas ofertas. Un enfoque más flexible podría incluir:

  • Regulaciones adaptadas al sector financiero digital: Modificar el marco normativo de sandboxes regulatorios fomentando que las empresas tecnológicas prueben nuevos modelos de negocio sin el peso completo de la regulación tradicional.
  • Fomento de la competencia: Diseñar políticas que incentiven la entrada de nuevos jugadores al mercado, particularmente en áreas rurales y comunidades marginadas, sin que los mismos requieran de formalismos innecesarios.
  • Simplificación de procesos: Reducir la burocracia para la apertura de cuentas bancarias y la implementación de productos financieros innovadores.

El Plan México y el PND son oportunidades únicas para transformar la economía del país. Sin embargo, el éxito de estos planes depende en gran medida de la capacidad del sector financiero para democratizar el acceso a los servicios bancarios. Fomentar la inclusión financiera a través de políticas que reduzcan la dependencia del efectivo, impulsen el uso de plataformas digitales y flexibilicen el marco regulatorio no sólo beneficiará a millones de mexicanos, sino que también fortalecerá la economía en su conjunto. 

Con la voluntad y el ecosistema político favorable que se observa actualmente, es tiempo de cerrar esta brecha y construir un sistema financiero verdaderamente inclusivo y equitativo, que potencie el impacto de los esfuerzos de desarrollo nacional.

POR ALVARO VÉRTIZ

SOCIO DGA GROUP

@ALVAROVERTIZ

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