Columna invitada

No reelección automensaje

La medida provocará turbulencias en todos los partidos, pero también la oportunidad de renovar cuadros o aliarse

No reelección automensaje
Eduardo Sadot / Columna invitada / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

Con motivo del aniversario de la Constitución de 1917, en la ciudad de Querétaro, la presidenta Sheinbaum, rodeada solo de ministras incondicionales del actual Poder Judicial, anunció la abolición de la reelección en cualquier cargo de elección popular.

Independientemente de que se apruebe y publique la iniciativa con fundamento en el artículo 14 Constitucional que refiere la irretroactividad de la ley en perjuicio de persona alguna, nadie podría reelegirse.

Los presidentes municipales que ya han ocupado esos cargos y que plantean su reelección y se preparan para contender por el mismo cargo en Veracruz y Durango, donde en algún período ocuparon cargos de presidentes, regidores o síndicos, no podrán volver a buscarlo.

Pero el tema impacta y cimbra a Morena; algunos diputados y senadores aceptaron ser legisladores y no integrarse al equipo de Claudia Sheinbaum con la promesa de reelegirse, pero ya no será así.

En otros casos, es una manera limpia de sacudirse compromisos - si los hubo- ahora ya en ejercicio de la Presidencia de la República.

La decisión, acertada, revierte el vicio de perpetuarse en el Poder Legislativo con el pretexto de formar cuadros especializados, que cierran la oportunidad de renovación generacional y de cuadros políticos.

Los partidos políticos quizá volverán al modelo de una vez ser diputados, otra senadores y así ad perpetuam, pues con la iniciativa se acabó.  

Ello provocará revuelo entre los partidos aliados con Morena. Verdes y del PT daban por hecho que, aunque no estuvieran cerca de la presidenta, permanecerían en el poder judicial.

La medida provocará turbulencias en todos los partidos, pero también la oportunidad de renovar cuadros o aliarse para detener la iniciativa de la Presidenta. Abrir frentes donde no los hay, sumar frentes a los ya abiertos en el exterior, no es una buena decisión.

Lo que debe ocupar a la clase política en el poder debe ser el fortalecimiento de la unidad nacional. A nivel internacional las críticas pueden venir muy fuertes si al lado de la Presidenta no se encuentra también la oposición, elemento importante y definitorio para dar un frente de unidad nacional.

En el exterior, con las recientes declaraciones desde la Casa Blanca, habrá de construirse la unidad nacional y enviar mensajes de democratización nacional, de consolidación del Estado de derecho, un reto por atender, luego de la reforma judicial.

POR EDUARDO SADOT

COLABORADOR 

@EDUARDOSADOT

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