Tierra de Negocios

Un respiro temporal para el agro

El aplazamiento de los aranceles brinda una oportunidad invaluable para México, pero el desafío sigue vigente, al menos durante los próximos cuatro años

Un respiro temporal para el agro
Mariana Otero-Briz / Tierra de Negocios / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

Cuando ya se preveía un escenario bastante negativo para la economía mexicana, con un fuerte golpe al sector exportador, donde la agroindustria juega un papel determinante, la presidenta Claudia Sheinbaum logró un acuerdo con Donald Trump para posponer por un mes la aplicación de aranceles, a diferencia de Canadá, donde la medida sigue vigente.

Aunque es poco tiempo, nuestro país tendrá margen de maniobra en un escenario comercial volátil y que permitirá a los sectores afectados prepararse para una posible renegociación. De entrada, es una muestra de que el presidente de Estados Unidos sí pretende cumplir lo que prometió a sus electores.

Es importante tener presente que la agroindustria mexicana exportó más de 40 mil 852 millones de dólares en 2024 y, dado que Estados Unidos es su principal mercado, la incertidumbre política y comercial exige nuevas estrategias para proteger la competitividad del sector.

El Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) ha reconocido el peso de estas medidas arancelarias impuestas por Trump en 2025, que buscan frenar la inmigración ilegal y el tráfico de fentanilo. 

Sin embargo, el impacto económico sobre el sector agroindustrial es innegable: los productos mexicanos serían más costosos en el mercado estadounidense, lo que pondría en riesgo la demanda y la rentabilidad de los productores.

Los alimentos más afectados serían aquellos con una fuerte presencia en el mercado de EE.UU., como cerveza, aguacate y tomate, además de otros productos clave como berries, carne de res y tequila. 

El Consejo Nacional Agropecuario (CNA) consideró como una victoria táctica del gobierno de México el aplazamiento de los aranceles, y consideró primordial mantener un diálogo abierto y fortalecer las cadenas de suministro entre ambos países.

Esta tregua brinda un tiempo valioso para diseñar estrategias de mitigación, fortalecer la competitividad interna y explorar mercados alternativos. 

Si bien el gobierno mexicano ha impulsado políticas como el Plan México para atraer inversión y tecnificar el campo, la coyuntura actual obliga a ir más allá y acelerar iniciativas concretas en favor de la diversificación comercial.

Uno de los aprendizajes de esta crisis es que la excesiva dependencia del mercado estadounidense es un riesgo latente. 

México envía más del 78% de sus exportaciones agroalimentarias a EE.UU., lo que lo hace vulnerable a decisiones políticas como ésta. Ante este escenario, urge acelerar la apertura de mercados en Asia, Europa y Medio Oriente, donde los productos mexicanos tienen demanda y oportunidades de crecimiento.

El aplazamiento de los aranceles brinda una oportunidad invaluable para México, pero el desafío sigue vigente, al menos durante los próximos cuatro años.

La agroindustria debe prepararse para un escenario en el que las políticas proteccionistas sean cada vez más frecuentes, por lo que es momento de que el gobierno y los sectores productivos trabajen en una estrategia de largo plazo para fortalecer la competitividad, diversificar mercados y reducir la vulnerabilidad ante decisiones externas.

Claudia Sheinbaum ha logrado una victoria importante al ganar tiempo para negociar, pero la pregunta clave sigue siendo: ¿México aprovechará esta tregua para fortalecer su agroindustria y abrir nuevas oportunidades comerciales? 

POR MARIANA OTERO BRIZ

COLABORADORA
@Brizcocho

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