Columna Invitada

Interdependencia

Las consecuencias a corto plazo las pagará el consumidor norteamericano, que verá acrecentado el precio de los productos que consume

Interdependencia
Cecilia Romero / Colaboradora / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Este sábado 2 de febrero se vendieron en México cerca de 30 millones de tamales, por la celebración de la festividad de La Candelaria, además de casi otros 30 millones que se elaboraron y consumieron en casa. 

El próximo domingo 9, en Estados Unidos se consumirán aproximadamente 120,000 toneladas de aguacate, convertido en guacamole, durante el desarrollo del Super Bowl entre Eagles y Chiefs en New Orleans.

México es importador neto de maíz. Estados Unidos lo es de aguacate. Estos dos productos ejemplifican los cientos de miles que diariamente cruzan nuestra frontera merced a los acuerdos que hemos venido construyendo a través de los años, ahora al amparo del TMEC.

¿Podemos imaginar un día de La Candelaria sin tamales? ¿Y un Super Bowl sin guacamole? Los mexicanos y los norteamericanos hemos desarrollado una interdependencia a través de los años que haría imposible la eliminación de estos eventos por decisiones en las que los ciudadanos de a pie no contamos. 

Este escenario se acerca ominosamente, en virtud de la orden ejecutiva firmada por el presidente Trump para gravar con un arancel del 25% a los productos mexicanos.  Las consecuencias a corto plazo las pagará el consumidor norteamericano, que verá acrecentado el precio de los productos que consume, pero muy pronto, los exportadores mexicanos verán reducida drásticamente la posibilidad de exportar.

Por otro lado, tenemos el tema de la migración. El presidente Trump firmó dos órdenes ejecutivas, sobre la seguridad en la frontera sur de su país, y la migración ‘ilegal’. Se refieren a los ‘extranjeros que amenazan la seguridad’ de los EE. UU., a quienes hay que devolver de inmediato a sus países de origen.

Ellos trabajan, producen, pagan impuestos, generan fuentes de trabajo, envían remesas a sus familias en México. Representan una fuerza laboral y social y contribuyen al desarrollo del país donde viven, de su cultura y sus costumbres. 

También nuestros paisanos adquieren habilidades y conocimientos que enriquecen a sus familias, amplían su visión del mundo y colaboran en el mejoramiento de sus lugares de origen, no solamente a través de las remesas, sino de la solidaridad y el sentido de comunidad.     

¿Podemos imaginarnos un día sin mexicanos en EE. UU.? La película estrenada en 2004 se enfoca a la vida en California sin nuestros paisanos. Hay que preguntarse también qué pasaría en Guanajuato, Puebla o Zacatecas si no hubiera quienes desde allá apoyan la economía y el desarrollo de sus familias acá.

Entre México y Estados Unidos existe una interdependencia vital. Asumiendo la disparidad en desarrollo, las diferencias institucionales y de idiosincrasia, somos recíprocamente necesarios.

La ventana de oportunidad que se ha abierto con la ‘pausa’ en la entrada en vigor de las tarifas arancelarias debe considerar esta condición. ¡Que el diálogo traiga beneficios para nuestras naciones!

POR CECILIA ROMERO CASTILLO

COLABORADORA

@CECILIAROMEROC

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