Columna invitada

El reto de la banca de empresas en México

El reto con las MiPyMes radica en conocerlas mejor. Muchas carecen de habilidades de gestión empresarial o garantías, lo que dificulta evaluar su capacidad de pago, ya que no pueden demostrar su flujo de caja y capacidad de endeudamiento

El reto de la banca de empresas en México
Carlos López-Moctezuma / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

En mis columnas anteriores, me he centrado en la banca de consumo. En esta ocasión quiero hablar sobre la banca de empresas, un pilar clave para el crecimiento económico de México.

La banca empresarial es más que sólo el otorgamiento de crédito, su alcance engloba cuentas corrientes y de ahorro, soluciones de tesorería (cash management), inversiones y plataformas digitales, entre otros. Estos productos y servicios son clave para las empresas ya que no solo permiten gestionar mejor sus recursos, sino que también impulsan la inversión y generan efectos multiplicadores en la economía, entre otros, creando empleos.

Dentro del sector existen distintos segmentos, diferenciados principalmente por el tamaño, ventas y la complejidad de las empresas. Existen (1) los grandes corporativos con más de 10 mil mdp de ventas, (2) las empresas grandes con ventas de entre 100 mdp y 10 mil mdp y (3) las micro, pequeñas y medianas empresas [MiPyMes] con ventas menores a las 100 mdp, de las cuales, según la ABM, más del 60% operan en la informalidad.

Uno de los factores más importantes en la banca empresarial es la relación entre la empresa y su banco. Para que ésta sea efectiva, la institución financiera debe conocer a fondo el negocio de su cliente, entender sus necesidades y facilitarle el acceso a productos financieros que realmente impulsen su crecimiento. El financiamiento no puede limitarse a esquemas rígidos, cada empresa tiene una estructura y capacidad de pago distinta, por lo que es fundamental ofrecer créditos diseñados a la medida.

En México, aunque el financiamiento empresarial ha crecido en el último año (14% vs. diciembre 2023), sigue concentrándose en grandes corporativos. La gran oportunidad está en fortalecer el acceso al crédito y a soluciones financieras para micro, pequeñas y medianas empresas que, según la Secretaría de Economía, representan el 99.8% de las empresas, emplean a 27 millones de personas y generan el 52% de los ingresos del país. Impulsar este segmento podría marcar un verdadero cambio en el crecimiento económico.

El reto con las MiPyMes radica en conocerlas mejor. Muchas carecen de habilidades de gestión empresarial o garantías, lo que dificulta evaluar su capacidad de pago, ya que no pueden demostrar su flujo de caja y capacidad de endeudamiento. Además, enfrentan desafíos de formalización, la cual sigue siendo una barrera para acceder a servicios financieros en nuestro país.

Para que la banca realmente impulse el crecimiento de este segmento, es necesario, por un lado, un mayor involucramiento de la banca de desarrollo de segundo piso con programas más sólidos de garantías que ayuden a los intermediarios privados a mitigar el riesgo de crédito, incentivándolos a prestar más a este sector. Por otro lado, se requiere ampliar la oferta de productos y servicios, no solo en términos de financiamiento, sino también con herramientas que faciliten el asesoramiento y la gestión financiera. Procesos más eficientes para administrar la nómina, pagar proveedores o gestionar flujos de efectivo pueden marcar una gran diferencia en la operatividad de estas empresas, que a su vez permiten a los bancos conocer mejor la situación de éstas y sus necesidades.

En este punto, la tecnología y la innovación juegan un papel fundamental. Si bien hemos visto avances, en México aún queda mucho por hacer para acercar a más empresas a soluciones digitales que les permitan operar de manera más eficiente y transparente, facilitando así la entrada de las MiPyMes a la banca de empresas.

POR CARLOS LÓPEZ MOCTEZUMA
DIRECTOR GENERAL DE BANCOPPEL Y SERVICIOS FINANCIEROS GRUPO COPPEL

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