DIPLOMACIA DIGITAL

Cibercrimen y Dark Web

La información que se transmite por Internet tiene diversos 'lenguajes', conocidos como protocolos (protocolo de Internet, IP, etc.), que se dividen en varias capas

OPINIÓN

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Carlos de Icaza / Diplomacia Digital / Opinión El Heraldo de México
Carlos de Icaza / Diplomacia Digital / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

La información transmitida por Internet tiene varias capas. La primera es la web de superficie, que está al alcance del público en general. Su acceso se realiza con motores de búsqueda como Google, Yahoo y Bing. Contiene sitios públicos como redes sociales, noticias, blogs y tiendas en línea que, en su conjunto, albergan alrededor del 5% del total del Internet.

La siguiente capa es la web profunda (deep web), la cual se encuentra oculta y por debajo de la red de superficie. No es accesible por los motores de búsqueda convencionales y contiene más del 90% de todos los sitios web. Se trata de bases de datos y colecciones de archivos tanto públicas, como privadas protegidas que no están conectados a otras áreas de la web, y cuyo acceso exige contraseñas y navegadores especiales. La necesidad de proteger datos sensibles, como archivos financieros y bancarios, información gubernamental y policial, cuestiones de gestión empresarial y otras, explican la necesidad de mantener a salvo la mayor parte de la red lejos de los navegadores convencionales, encriptada y accesible mediante contraseñas.

El lado oscuro de la web profunda es el llamado Dark Web. Es un espacio que ofrece anonimato extremo, que sólo puede accederse utilizando navegadores especiales como Tor o Freenet. Sin entrar en detalles técnicos, conviene aclarar que la web oscura también suele denominarse Darknet, aunque este último término tiene una connotación más bien referida a la infraestructura de la misma red oscura.  

Aunque la Dark Web fue creada para proporcionar un espacio de usos lícitos donde las personas puedan comunicarse y compartir información sin temor a la censura o la vigilancia, también facilita la existencia de redes criminales donde los ciberdelincuentes ofrecen bienes y servicios ilícitos e intercambian información confidencial. La web oscura permite acceder a datos robados, drogas, dinero falso, armamento, malware, pornografía ilegal, herramientas de piratería informática como exploit y kits de phishing. Entre sus usuarios hay organizaciones cibercriminales, delincuentes, terroristas e incluso actores estatales que realizan actividades ilícitas, transacciones de datos robados y hacking.

Actualmente se está produciendo un aumento exponencial de las actividades de ciberdelincuencia en todo el mundo, a medida que los piratas informáticos se centran en las infraestructuras críticas con mayor profundidad y complejidad. El impacto de la ciberdelincuencia en las empresas repercute negativamente en la sociedad y conlleva riesgos significativos en todo el planeta.

La naturaleza de la Darkweb hace que sea difícil de monitorear y regular, creando tanto oportunidades, como desafíos significativos en términos de seguridad cibernética y aplicación de regulaciones nacionales o internacionales.

En ese sentido, persisten las interrogantes que se han venido planteando sobre la gobernanza del internet; es decir, ¿por qué se permiten actividades criminales y acciones de ciberdelincuencia que atentan contra la seguridad y dignidad de todos nosotros? En suma, es obvio que la regulación y el buen funcionamiento del internet se enfrenta a las rivalidades y desconfianza entre las potencias dominantes y los intereses comerciales de las poderosas corporaciones digitales.

POR CARLOS DE ICAZA

@CARLOSDEICAZA

EMBAJADOR EMÉRITO Y EX SUBSECRETARIO DE RELACIONES EXTERIORES

MAAZ