Nadie esperaba que Donald Trump fuera a pasar desapercibido desde el primer día de su segundo periodo presidencial en los Estados Unidos. A punta de órdenes ejecutivas ha delineado lo que serán sus prioridades en el arranque de esta administración. El mismo 20 de enero que tomó posesión, firmó el memorándum titulado "Política Comercial de Estados Unidos Primero" (America First Trade Policy). Documento que establece una serie de directrices destinadas a priorizar los intereses económicos y de seguridad nacional de Estados Unidos en materia comercial.
Las implicaciones de esta política son particularmente significativas para México, dado el estrecho vínculo comercial entre ambos países bajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC). Pero vayamos paso a paso.
El memorándum instruye a diversas agencias federales a:
a) Investigar las causas del déficit comercial: Recordemos que la renegociación del TLCAN se dio precisamente por esta percepción de Trump de que tanto México como Canadá se aprovechaban de los Estados Unidos en materia comercial, esto basado en el déficit comercial de su país con el nuestro. Así que carga de nuevo al ver que con el TMEC el déficit sigue lejos de ser favorable.
Así ha girado instrucciones para que varios secretarios de Estado involucrados en el tema comercial, analicen las razones detrás de los persistentes déficits comerciales en bienes y evaluar sus implicaciones económicas y de seguridad nacional. De aquí por supuesto que se contemplan medidas como la implementación de aranceles globales adicionales para tratar de corregir estos desequilibrios.
b) Evaluar la creación de un Servicio de Ingresos Externos. Aquí le pide al Secretario del Tesoro, junto con otros departamentos, que estudie la viabilidad de establecer el organismo dedicado a la recaudación de aranceles y otros ingresos relacionados con el comercio exterior. Ya lo dábamos por hecho, ahora por lo menos dicen que estudiarán si vale la pena o no su creación.
c) Revisar prácticas comerciales desleales. El Representante de Comercio de Estados Unidos, Jamieson Greer, pendiente de ser ratificado por el Senado, debe identificar prácticas comerciales injustas de otros países y recomendar acciones apropiadas para remediarlas, utilizando las autoridades legales disponibles.
d) Preparar la revisión del TMEC: Recuerden que la revisión está programada para julio de 2026, se ordena mediante este memorándum iniciar consultas públicas sobre el TMEC y evaluar su impacto en trabajadores, agricultores, ganaderos y empresas estadounidenses, con miras a formular recomendaciones sobre la participación continua de Estados Unidos en el acuerdo. Este punto se daría igual con Trump o sin él. De hecho, en México se hará lo mismo y encabeza esos trabajos el Secretario de Economía, Marcelo Ebrard. Y por último:
e) Analizar políticas cambiarias, donde evaluarán las políticas de tipo de cambio de los principales socios comerciales de Estados Unidos y proponer medidas para contrarrestar cualquier manipulación que otorgue ventajas competitivas desleales.
Como dije, la implementación de esta política tiene varias implicaciones para México: una complicada revisión del TMEC puede traer la renegociación del tratado, así como presiones políticas para desligarnos de China, nuestro segundo socio comercial. Además de la consideración de aranceles para reducir el déficit comercial que significan nuevas barreras para las exportaciones mexicanas. Sectores como el automotriz, electrónico y agrícola, que representan una parte sustancial de las exportaciones de México a Estados Unidos, podrían verse particularmente afectados.
Las investigaciones por prácticas desleales podría llevar a investigaciones sobre productos mexicanos que les interese en Estados Unidos frenar, resultando en la imposición de medidas correctivas que dificulten el acceso de estos productos al mercado estadounidense.
Ante estas medidas, la Presidenta Claudia Sheinbaum ha manifestado su intención de mantener una postura de diálogo y cooperación. Enfatizando la importancia de evitar confrontaciones que puedan derivar en guerras arancelarias perjudiciales para ambas naciones.
El mensaje de nuestra Presidenta debe de ir acompañado de la adopción de estrategias proactivas para mitigar estos riesgos, como lo es el Plan México, y mantener un diálogo constructivo con Estados Unidos para preservar los beneficios mutuos del comercio bilateral. Trump sabe que somos muy importantes para su país, pero como buen jugador de póker, su cara no lo reflejará jamás.
JOSÉ IGNACIO ZARAGOZA AMBROSI
EXPERTO EN COMERCIO EXTERIOR
@ignaquiz
PAL
