Tres en raya

En mal momento ¿Por qué no se va Cortés y a qué regresa Anaya?

Creo que este 2024 es el último momento de asirse a la realidad y no a tratar de beneficiarse exclusivamente de las ruinas de lo que llegó a ser un importante partido

En mal momento ¿Por qué no se va Cortés y a qué regresa Anaya?
Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

A estas alturas está de más, pero no por ello deja de ser nuestra responsabilidad como analistas decirles a los panistas: no entienden y no quieren entender.

Mismo atestiguando la desaparición de uno de sus aliados (el PRD no obtuvo ni el 3% de la votación general) y que el Revolucionario Institucional se disuelve en las arenas movedizas de la Cuarta Transformación, Acción Nacional se mantiene por la ruta de las malas decisiones.

Si hoy viviera Manuel Gómez Morín, fundador del PAN, les recriminaría que siguen sin ver por un importante sector de la población que es consciente de los efectos perniciosos de un sistema político muy disfuncional, como el que hoy impera en México. “En la base del problema político de México está la falta de ciudadanía…”, decía el panista. Los que buscan liderar al Partido Acción Nacional se posicionan cada vez más lejos de esa ciudadanía semi-formada y semi-participativa.

La mística de ese instituto político era ‘brega de eternidades, siendo una lucha gradual y permanente’. Y subrayo el “era” porque parece que ahora el objetivo es perder el partido de forma inmediata y permanente. Lo que hace Marko Cortes, aún presidente del PAN nacional, es solamente ver por su coto de poder dentro del partido, no permitir cambios o mejoras y menos aún la cercanía con la militancia y ciudadanía interesada en ampliar su participación política.

Prefiere controlar al PAN, así sea este un cascarón de lo que fue, que darle oportunidad a nuevas estrategias. El instituto político se ha vuelto un objeto inerte y perdido, en gran parte —aunque no exclusivamente, es cierto— por la miopía de sus dirigentes.

Creo que este 2024 es el último momento de asirse a la realidad y no a tratar de beneficiarse exclusivamente de las ruinas de lo que llegó a ser un importante partido.

El sábado pasado, en el Consejo Nacional del PAN, Marko Cortes dijo respecto a los resultados de las elecciones pasadas: “me siento tranquilo por el deber cumplido”. ¡Mal que se sienta tranquilo! Digo, solamente les pasó por encima la 4t y una elección de Estado.

Más que decirse satisfecho por que “el PAN sigue siendo la primera fuerza de oposición de este país”, habría que emprender una reconversión total. Morena obtuvo más de 27 millones de votos en la elección presidencial; Acción Nacional, 9.6 millones. Casi tres veces es la diferencia.

En octubre, Marko Cortés concluye su segundo periodo como presidente del partido. Uno esperaría su renuncia ante los pésimos resultados en las elecciones federales, pero él no piensa de esa manera. No se retirará de la dirigencia sino hasta que esté jurado como senador y deje a uno de sus incondicionales al frente de ella.

Hoy, Cortés pide que en el Senado ningún legislador de oposición vote con la 4t la reforma al Poder Judicial. Ya podía haber pedido y luchado con mayor ahínco cuando se requería un apoyo absoluto para Xóchitl Gálvez. En lugar de eso, se enojó —recordarán ustedes— y dijo que “los candidatos del PAN no pierden debates”. Nada dijo ni nada protestó en contra de la elección de Estado.

Y otra cosa: el PAN es de machos, que no de muchos; los mismos de siempre, los que no quieren soltar la dirigencia para que las mujeres sean quienes lleven el liderazgo.

Cuando Fox ganó la Presidencia de la República, Carlos Castillo Pedraza sentenció que se debía ganar el poder sin perder el partido. Con Felipe Calderón se perdió el poder, ahora con Cortés siguen sin ganar el poder, han perdido al instituto y, lo peor, impulsan al país hacia un sistema de partido único; es Cortés el mejor propagandista de la 4T.

En el peor de los momentos, Cortés no se va del PAN y al mismo tiempo regresa Ricardo Anaya. ¿Para qué? En serio, ¿ya para qué?

Tres en Raya

Alejandro Moreno busca reelegirse al frente del PRI. Existe una corriente, el Frente Amplio de Renovación Interna del Revolucionario Institucional, que hace lo posible para que este no lo consiga. Pelean por un cadáver. Unos y otros que tampoco entienden nada.

POR VERÓNICA MALO GUZMÁN

COLABORADORA

VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM

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