El PVEM en México es acomodaticio, una veleta; nada nuevo, ya lo sabíamos. No importa con quién logre sus alianzas políticas, para ellos el objetivo es obtener más dinero. Han sido comparsa del PRI, del PAN y ahora de Morena. En realidad han utilizado al Revolucionario Institucional, a Acción Nacional y ahora pretenderán hacerlo con el partido en el poder.
No vamos a juzgar a quienes votan y confían en el PVEM, eso no nos corresponde. Lo que sí es importante es subrayar que, con sus antecedentes, hay elementos para determinar que dicho instituto político es la peor lacra en el sistema de partidos del país, lo que es ya mucho decir.
Por ello resulta preocupante —al menos para mí— que el Partido Verde pueda llegar a ser la segunda fuerza electoral de la nación. Gestionan tener más diputados que la oposición, cuando el número de sus votos en los comicios no los ha favorecido de esa manera.
Este instituto nada tiene de ecologista. En 2009, el Partido Verde Europeo y la “Global Verde”, red de partidos ecologistas de todo el mundo (36 partidos en 32 países), oficializaron la expulsión del verde mexicano de esa “familia política”. Esa situación a la fecha no ha cambiado. La razón de su expulsión se debió a la negativa del verde ecologista de abandonar su campaña a favor de la pena de muerte en el país.
Pero más allá de eso, el PV poco o nada ha hecho para frenar concesiones en la minería a cielo abierto. Tampoco para dejar de ser el principal impulsor de la construcción de complejos hoteleros en áreas protegidas. Los anteriores son solo dos ejemplos que muestran la incongruencia entre lo que dicen defender (la naturaleza, la vida) y lo que practican. Nuevamente, no juzgo los posicionamientos, únicamente señalo que este partido no está siendo coherente con sus postulados.
Pasemos a otras cuestiones. En el 2016, un grupo de más de 300 intelectuales mexicanos firmaron un manifiesto señalando al verde, en ese momento partido satélite del Revolucionario Institucional, como el partido político más corrupto (además de menos verde) de México. Me pregunto cuántos de esos intelectuales apoyan a Claudia Sheinbaum, hoy convenientemente olvidando está de asociado de la coalición ‘Juntos Sigamos Haciendo Historia’. En el manifiesto, señalaban que el Partido Verde mostraba “un evidente desprecio” por las causas ambientales que existen en México. Es difícil ser congruente si uno se acerca al PVEM…
Morena no necesita del Partido Verde para ser mayoría legislativa; pero no sí si hablamos de mayoría calificada, para la cual requerirían del PT, de Movimiento Ciudadano y/o de cualquier otro partido de oposición.
Mas esto último no quita que el partido del Tucán, como buenos mercenarios que son, podría venderse al mejor postor, que no necesariamente sería Regeneración Nacional. Esto es, el Verde podría inclinarse por otro posicionamiento político (por el llamado de un grupo empresarial, de un nuevo amplio frente opositor, de intereses originados en Estados Unidos, etcétera).
¿En determinado momento combatirá el Partido Verde ‘al segundo piso de la Transformación’? ¿Extorsionará a Morena para no darle la espalda cuando se requieran votos legislativos con mayoría calificada? Lo veremos.
Viendo la historia del Verde Ecologista, de cómo usufructúa al sistema de partidos y con quienes se han aliado, así como presume de “haberse chingado” al PT (la expresión no es mía, sino del dirigente y dueño del partido), no tarda en traicionar a Morena.
Aquel grupo de intelectuales que mencioné a tes tenían razón: la mera existencia del “Verde” “es una vergüenza”; necesario “que se extinga para mejorar la salud democrática del país”. De otra forma, sus peticiones, cobros, canonjías las harán como el mayor opositor al partido del régimen, ese con el que actualmente convive.
POR VERÓNICA MALO GUZMÁN
COLABORADORA
VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM
MAAZ