Columna Invitada

La desmesura

Las críticas generan grietas necesarias. Birnbaum recuerda la petición entre algunos intelectuales europeos después de la Segunda Guerra Mundial: no hay que criticar al estalinismo porque eso beneficia a la burguesía occidental

La desmesura
Daniel Francisco / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

Los ganadores no necesitan consejos. Desde la cima del poder cualquier crítica se considera un ataque. Viven la desmesura, todo lo saben, todo lo entienden. Van un paso adelante de sus enemigos, a quienes desdeñan. La condescendencia se instala en sus cuartos de guerra, en sus juventudes revolucionarias. 

Siempre ha ocurrido, es la espiral del poder. Una multitud sabia grita: “¡la destrucción del viejo mundo para crear uno nuevo!” La masa enardecida reclama la fidelidad absoluta a los nuevos principios: “¡La teoría de la relatividad sirve al imperialismo!” La verdad es sacrificada en la nueva era, el maestro es lapidado por no ceder ante el nuevo amo. Esta escena de la serie El problema de los tres cuerpos evidencia al totalitarismo, esa incongruencia encarnada en la revolución cultural china. Conmigo o contra mí.  

Jean Birnbaum en su libro El coraje del matiz: Cómo negarse a ver el mundo en blanco y negro escribe: “Incluso más allá de Twitter o de Facebook, el campo intelectual y mediático se confunde con un campo de batalla donde se permiten todos los golpes. En todas partes, los predicadores feroces prefieren atizar los odios a iluminar las mentes”. Y recuerda la siguiente frase del Premio Nobel de Literatura, Albert Camus: “Nos asfixiamos entre gente que cree tener toda la razón”.  

Y sí, nos asfixiamos. Vivimos ahogados de spam en nuestra mensajería instantánea y redes sociales, voces de familiares, conocidos y militantes. Nos agobian sus consignas. El poder prefiere atizar los odios porque sabe que tiene pies de barro, que vive en medio de una contradicción. Muy pronto se convirtieron en todo aquello que criticaron con tanto fervor. 

Las críticas generan grietas necesarias. Birnbaum recuerda la petición entre algunos intelectuales europeos después de la segunda guerra mundial: no hay que criticar al estalinismo porque eso beneficia a la burguesía occidental. Y cita lo que le pedían a Camus: “no debe hablar usted de la purga de artistas en Rusia, porque eso beneficiaría a la reacción”.

POR DANIEL FRANCISCO
SUBDIRECTOR DE GACETA UNAM
@DFMARTINEZ74 

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