Una de las tareas más importantes que los legisladores tienen encomendadas es la presupuestación de los dineros nacionales. Del presupuesto que se aprueba cada fin de año depende la utilización de los recursos por parte de cada dependencia federal y, por lo tanto, la posibilidad de que cumpla cada una con su cometido.
En la base de la toma de decisiones está la masa de ingresos: qué tanto se logrará recaudar por impuestos, derechos y aprovechamientos. Pero, sobre todo, están las necesidades de la gente, las urgencias que hay que atender. Están las prioridades de inversión, el pago de la deuda nacional. Como en el presupuesto familiar, primero lo primero.
Los diputados del PAN recibieron, al igual que los de todas las bancadas, el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para 2025. Y lo contrastaron contra las prioridades de gasto, los graves problemas de rezago en infraestructura, la carencia de servicios básicos en diversas áreas. Y vieron que no hay correspondencia entre la presentación y la realidad.
Ante esta situación, el partido tomó la decisión de analizar a conciencia el documento y buscar soluciones viables, considerando las necesidades urgentes que tiene la sociedad actualmente y la viabilidad de los cambios que se pudieran introducir. Este ejercicio dio como resultado el Presupuesto que Sirve, presentado con toda formalidad ante la Comisión correspondiente para ser considerado en la deliberación.
Como ha venido sucediendo con todas las iniciativas provenientes del Ejecutivo, los diputados del bloque oficialista no se hicieron eco de la exigencia popular expresada en esa propuesta, de bajar el gasto para terminar las obras del pasado y subirlo para solventar las necesidades prioritarias de nuestro país. Están haciendo modificaciones de utilería, ninguna de fondo. No resultará un presupuesto que sirva.
La propuesta presentada por el PAN no está pidiendo más dinero, solamente una reasignación del 4.4% del total. Pedimos gastar mejor, no gastar más. Nosotros sí nos hacemos eco de las demandas del pueblo, fundamentalmente en educación, seguridad y salud, prioridad para todos los mexicanos.
Porque, ¿qué le importa más al ciudadano común?: ¿que se siga echando dinero al barril sin fondo del Tren Maya, o que se invierta en carreteras más vigiladas para reducir los asaltos? ¿Que se gaste en el pésimo negocio que es Pemex para el país, o que se aumenten los recursos para las universidades públicas, incluyendo a la UNAM? ¿Que se siga quemando el presupuesto en Dos Bocas, o que se apoye a las pequeñas y medianas empresas y a los negocios familiares?
Morena no ha escuchado al PAN, pero el PAN sí ha escuchado a la gente, y se hará escuchar en México. Porque Morena pretende invertir en caprichos, el PAN en soluciones reales. Porque para el PAN, el presupuesto es una herramienta para construir el país que todos necesitamos.
POR CECILIA ROMERO CASTILLO
COLABORADORA
@CECILIAROMEROC
PAL
