El diálogo político ha avanzado en la reunión en Río de Janeiro el 18 y 19 de noviembre del grupo de países G20 en Brasil con una importante presencia latinoamericana mientras en Bakú continúan las principales negociaciones sobre el cambio climático, no sin dificultades para lograr los consensos. La política internacional, los procesos de gobernanza hacia las siguientes paradas dependen de los entendimientos que se consiguen en el camino.
La Declaración de líderes del G20 refleja los acuerdos alcanzados respecto a los principales desafíos y crisis globales, la promoción de un crecimiento fuere, balanceado e inclusivo después de un intenso año de consultas intersectoriales y más de 100 reuniones. Refiere acciones orientadas a resultados concretos a lograr basado en las prioridades propuestas por la presidencia brasileña de este año, orientadas a la inclusión social y la lucha contra la pobreza, el desarrollo sostenible, la transición energética y el cambio climático; la reforma de las instituciones de gobernanza global.
En ese contexto se reunió el liderazgo del mecanismo MIKTA, que en su declaración destaca su papel interregional como puente global, el compromiso de impulsar la cooperación interregional y el papel constructivo de MIKTA en la agenda internacional.
Las prioridades que impulsa México son el fortalecimiento del multilateralismo, colocar a las mujeres en el centro del desarrollo, profundizar la coordinación entre las autoridades de cooperación para el desarrollo. Está conformado por Indonesia, Türkiye, Australia, Core y México que lo preside en la actualidad.
Para México, la reunión es de alta importancia, representa la continuación de largos esfuerzos tanto por la posibilidad de profundizar los lazos regionales y con otras regiones, como por los intercambios bilaterales que han tenido lugar durante el breve tiempo de la reunión. El país se suma a la Alianza contra el Hambre y la Pobreza convocada por Brasil junto con los líderes y lideresas de África, Europa y Asia que también fueron convocados a la reunión en las orillas latinoamericanas del Atlántico Sur.
Representa la posibilidad de fortalecer la gobernanza y el multilateralismo, profundizar en lo regional, como en los lazos entre las regiones en las que México participa. Ha enfatizado la importancia de abordar los desafíos del hambre, la pobreza, la conversión del gasto en armamentos, la reforestación global con estrategias posibles para afrontar conflictos con caminos que aseguren el apoyo a las comunidades en la ruta hacia la paz.
Las declaraciones del G20 y de MIKTA, así como los encuentros latinoamericanos y otros regionales en los espacios que como anfitrión ha asegurado Brasil en el camino hacia Río de Janeiro reflejan la alta necesidad de una mayor diversificación de las políticas regionales, de la comunicación entre las regiones, de la inclusión de actores regionales relevantes en los foros de alcance global.
De la región mesoamericana en Río, destacan la presencia de la presidenta de México, miembro del Grupo de los 20 y de Colombia, como la de los presidentes latinoamericanos de Chile, Bolivia, Paraguay y Uruguay. De otras regiones, Portugal, España, Noruega, Angola y Tanzania, Mozambique, Catar, Egipto, Emiratos Árabes Unidos; Malasia, Singapur y Vietnam. Argentina también es miembro del G20, como lo son la Unión Europea y la Unión Africana, que ingresa ahora formalmente.
POR GUADALUPE GONZÁLEZ CHÁVEZ
Catedrática universitaria
@GuadalupeGonzCh
MAAZ
