Tres en Raya

El Paquete Económico no gustó

El Tren Maya, 40 mil millones más; el AIFA, 925 millones más; Dos Bocas, 136,210 millones más…

El Paquete Económico no gustó
Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

Una inmoralidad. Así podemos resumir al Paquete Económico para el Ejercicio Fiscal 2025, que el Poder Ejecutivo presentó vía Hacienda a la Cámara de Diputados. Una inmoralidad porque los presupuestos destinados a la salud, a la educación superior, a la seguridad pública, al campo (el séptimo año a la baja; la ‘autosuficiencia alimentaria’ es una gran farsa) y al medio ambiente disminuyen considerablemente.

Mientras esa es la petición presupuestal que hace el gobierno morenista para esos ámbitos, los caprichos inacabados (muchas veces inaugurados y más veces aún fracasados como proyectos ambientales/económicos/sociales de vanguardia) recibirían incrementos. El Tren Maya, 40 mil millones más; el AIFA, 925 millones más; Dos Bocas, 136,210 millones más…

Los países que salen adelante son los que educan a su población, así sea en algún ámbito industrial, tecnológico, científico. No atiborrándola de ideologías vetustas y recetándole programas y políticas públicas equivocadas. Échenle un ojo a Japón, Corea del Sur, Singapur. ¡Sí se puede! Mucho -casi todo- depende de que los gobiernos inviertan en mecanismos de muy diverso tipo que garanticen tanto crecimiento económico como la productividad de su gente. En México, la Cuarta Transformación va en sentido contrario. La infraestructura que se hace y se pretende seguir haciendo es en trenes de pasajeros… ¡Pérdidas aseguradas! La inversión en infraestructura hidráulica (cada vez más urgente) recibirá unos raquíticos 13 mil millones de pesos.

El presupuesto actual tiene una innegable y muy grave restricción: debe pagar la deuda o el servicio de la misma. Aunque López Obrador mintió y dijo que esta es inexistente, hoy por hoy el endeudamiento es lo que mayormente tiene atada de manos a la economía del país (la propia SHCP calcula que la deuda pública será del 49.7% del PIB al concluir este 2024). Preocupante -por no decir alarmante- que la deuda en este presente sexenio vaya a ser mayor al 50% del PIB. Se alegará que el cambio es mínimo con respecto al año que cursamos, pero eso es porque no entienden que a partir de ahí el problema solo aumentará en forma exponencial (lo que explica por qué las calificadoras estadounidenses nos reprueban, no este, sino a partir del próximo año).

Para darnos una idea, el 26.21% de los ingresos tributarios serán para pagar el costo financiero de la deuda. Esto es, de todo lo que recabe el gobierno de nuestros impuestos, más de una cuarta parte será destinado a pagar los intereses de los adeudos contraídos. Algunos dirán que es muestra del empeño en disminuir esa deuda. No es así, pues por el otro lado vamos a seguir contrayendo nueva deuda para cubrir lo que el gobierno se ha propuesto y que se ha plasmado en el presupuesto. Es fundamental subrayar este último punto pues hace evidente que este régimen quiere manipular totalmente a los incautos.

Pero, además, este paquete económico no convence a los que saben de números y de administración pública pues ya detectaron que las premisas en las que se sustenta son demasiado optimistas (nuevamente: se busca engañar). Ni siquiera el Banco de México se está acercando a los supuestos y a las cifras básicas que marca Hacienda. Mientras el Banco prefigura un crecimiento del PIB de 1.2%/1.4%; la SHCP lo proyecta entre el 2% y el 3%. Hablamos de una diferencia de más del doble.

Fuera de la realidad, pues discrepa en variables como son la inflación, el tipo de cambio o la posible degradación de la nota crediticia del país. Y todo lo anterior, eleva el riesgo de que el déficit fiscal se amplíe en lugar de reducirse y que este pueda pasar a ser insostenible.

El optimismo de la SHCP de tener ingresos por 8 billones de pesos y un déficit del 3.2% para el 2025 está chocando con los análisis y los distintos componentes que se ubican ya en estado de alerta.

No vaya a resultar que el paquete económico tenga la consistencia de una lista de buenos deseos que busca enfrentar una complicada situación económica.

Hacienda sostiene que el presupuesto fue realizado con responsabilidad y muy ajustado para mostrar su compromiso con balances económicos sostenibles. Pero entre más y más se le escarba, más y más se contempla un diseño que prioriza el clientelismo y los proyectos insignia, sacrificando a las instituciones básicas y al andamiaje de la administración pública. Un presupuesto destinado a dar respiración de boca a boca al legado de AMLO y tapar lo que ha sido la falta de transparencia en el uso de los recursos por parte de la 4t.

Valga una ilustración más: en el 2025, de cada peso el gobierno federal destinará solo 14.5 centavos a todos los estados. Esto es, ni siquiera un centavo por cada entidad de la Federación. Y si bien ya casi todo el sector salud y el de educación son centralizados, ¡el resto no lo son!

El paquete económico no gustó. Los que saben lo han reprobado.

Tres en raya

Pemex es de todos, pero solo para pagar sus deudas. Con nuestros impuestos, en el 2025 el gobierno desembolsará 136 mil millones de pesos para este fin. Y ni con eso será remotamente suficiente para que la empresa salga a flote.

POR VERÓNICA MALO GUZMÁN

COLABORADOR

VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM   

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