Columna invitada

Querétaro, el Salvárcar del 2024

Al menos así se desprende de los hechos suscitados el 9 de noviembre en el Centro Histórico de la capital

Querétaro, el Salvárcar del 2024
Facundo Rosas / Colaborador / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

Al menos así se desprende de los hechos suscitados el 9 de noviembre en el Centro Histórico de la capital del estado de Querétaro, donde un grupo armado atacó un centro de entretenimiento nocturno en busca de ajustar sus cuentas.

La similitud entre los hechos registrados en Villas de Salvárcar, Ciudad Juárez, Chihuahua en enero de 2010 y los de la capital queretana el sábado pasado radica en que, para tratar de deslindarse de cualquier responsabilidad, se criminalizó a todas las personas que resultaron heridas o perdieron la vida, sin esperar los resultados de la investigación a cargo de la Fiscalía local.

En esta ocasión fue el presidente municipal de Querétaro, quien de bote pronto señaló que el ataque estuvo dirigido en contra de criminales y posteriormente que habría acciones de su administración en contra de “establecimientos con operadores foráneos”, refiriéndose a empresarios que han decidido establecerse en uno de los estados menos inseguros del país, por lo que al día siguiente inició con la clausura de cinco bares y anunció que vendrán más revisiones.

En su oportunidad el gobernador del estado, quien llegó a la titularidad del poder ejecutivo estatal por el mismo partido que el presidente municipal (erróneamente llamado alcalde), trató de matizar las cosas manifestando que no permitirá que la entidad que gobierna “se contamine” con lo que está ocurriendo en el país, sin importar que con su declaración terminará comprometiendo entidades gobernadas por autoridades emanadas de su mismo partido político.

Sin embargo ante la gravedad de los hechos, terminó admitiendo que en Querétaro pueden suceder cosas, pero siempre va a responder y brindar seguridad a sus habitantes.

Pero más allá de las declaraciones, lo cierto es que las autoridades locales continúan reaccionando ante eventos de alto impacto para los cuales obviamente no están preparadas porque en teoría en Querétaro no pasaba nada, hasta que pasó.

Tan no lo están que personas armadas y en vehículos robados pueden circular en pleno centro de Querétaro sin que fueran detectados y detenidos antes de cometer tan atroz crimen.

Lo anterior evidencia que la confianza de tener un estado relativamente tranquilo termina relajando cualquier estrategia de seguridad en el terreno preventivo y particularmente en el combate a la logística delictiva, que permite a los delincuentes ocultarse y moverse con extrema facilidad.

Por su parte las autoridades federales solo mantienen un vistoso despliegue operativo en las vías de comunicación que atraviesan la entidad queretana pero que no impacta en la logística delictiva, esa que hace posible que este tipo de eventos se sigan presentando, como también pasó en el estado de México.

Pero volviendo al tema de Villas de Salvárcar, si aquellos hechos marcaron un antes y un después en materia de atención integral a la violencia y la Estrategia aplicada originó lo que hoy se conoce como “Mesas de seguridad”, lo que sucedió en el Centro histórico de Querétaro debería ser un parteaguas y sensibilizar a las autoridades locales y federales para que de una vez por todas superen la barrera de los colores partidistas y dejen de culpar al pasado; el país lo necesita. No podemos seguir contalilizando ataques de este tipo y solo responder que se está investigando, que todo se debe a que se están peleando “entre ellos”.

POR FACUNDO ROSAS R. 

EX COMISIONADO GENERAL DE LA POLICÍA FEDERAL 

@FACROSAS 

MAAZ

 

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