La pasada elección presidencial en los Estados Unidos nos debe llevar a una revisión profunda de la democracia. Ya que lo que estamos observando es que, eso de que todos estamos en igualdad de condiciones para poder opinar, es un mito. Porque evidentemente hay una buena parte de la sociedad que al parecer está padeciendo Síndrome de Estocolmo y prefiere lo que la propaganda le vende, opuesto a lo que la inteligencia pudiera determinar.
De lo contrario, como se explica que Donald Trump haya ganado como ganó la elección y que a partir de enero del 2025, un mentiroso, protagonista de un intento de autogolpe de Estado y condenado por 34 delitos graves, vaya a ser el primer presidente criminal de los Estados Unidos.
Qué fue lo que llevó a que la mayoría de los ciudadanos estadounidenses, particularmente latinos, migrantes y mujeres confiaran más en un delincuente, que en una mujer como Kamala Harris, con las evidentes capacidades para conducir a un país como ese.
Por que la gente prefiere la propaganda mentirosa que atenta contra sus propios intereses, que a una propuesta inteligente de futuro.
¿Es una cuestión de género? Por que los estadounidenses en dos ocasiones han decidido respaldar a Trump a pesar de toda su ineptitud, ignorancia y la promesa de venganza contra sus enemigos. En cambio, negándose el respaldo así mismos, decidieron no votar por dos mujeres talentosas, preparadas, con experiencia, grandes trayectorias y con proyectos de futuro como Hilary Clinton y Kamala Harris.
Si es por eso, creo que tampoco estamos entendiendo. ¿Acaso toda la lucha de varias generaciones por lograr la igualdad entre mujeres y hombres a la hora de la votación no cuenta? ¿Quiere decir entonces que los atavismos culturales son tan profundos que romper los techos de cristal es una lucha de solo unos cuantos segmentos de élite y no de la sociedad en general?
Por que hoy, en pleno siglo XXI en los Estados Unidos no aceptan a una mujer como Presidenta, a pesar de toda la lucha feminista que se ha dado.
Porque en un momento en el que la sociedad está más informada, más comunicada y más empoderada que nunca, algo no estamos entendiendo.
Pero la pregunta de fondo que tenemos que analizar es quien no está entendiendo. Los ciudadanos, o la clase política.
Porque entonces tenemos que replantearnos las formas de construcción que conocemos de la democracia, y porque no, también de sus perversiones.
Porque la primera ocasión en que fue electo Donald Trump puede entenderse el hartazgo, lo encantador que pudiera resultar para muchos la personalidad de Trump y que no tuviese ninguna formación política, y además, que pudo resultar novedoso que le ganara a una mujer con la trayectoria de Hilary Clinton. Pero la segunda. Después de cómo terminó su gobierno, de como se negó hasta el último momento a reconocer los resultados de la elección, al grado de provocar que una turba de ultraderechistas asaltara el Capitolio. ¿Y aún así la sociedad lo prefiere?
La realidad es que estamos frente a una delicada crisis. Porque mientras la sociedad transita en un mundo donde la tecnología avanza vertiginosamente, las comunicaciones están en una dinámica de constante evolución y en medio de una nueva economía digital . Por otro lado en la vertiente política y social se está presentando una regresión y una disfuncionalidad, donde no vemos los talentos ni los liderazgos políticos capaces de primero entender y luego de explicar el fenómeno.
Entonces la sociedad está siendo arrollada aparentemente sin brújula. ¿Esto quiere decir que la Ciencia Política se quedó atrás? ¿Que los liderazgos se quedaron atrás? Porque era evidente que Kamala Harris por mucho tenía un mejor proyecto para la población latina. Sin embargo, la población latina votó en contra.
En México resulta explicable que la 4T haya arrasado en junio de 2024. Porque enfrente como oposición estaba todo hueco, no tenían absolutamente a nadie. Pero el fenómeno de fondo es global y hay que analizarlo.
En los Estados Unidos tenían a un Presidente que ha dado resultados, Joe Biden. Además, en el Partido Demócrata se postuló a una candidata altamente calificada, con un programa y una vinculación cercana a los diferentes grupos de la sociedad con los cuales se debe construir la siguiente fase. Sin embargo, los ciudadanos optaron por el riesgo y la regresión.
A diferencia de México, dónde se optó por un Segundo Piso de la 4T, a pesar de que el Primer Piso de Andrés Manuel López Obrador estaba plagado de corrupción, ineptitudes y fracasos. Porque más allá de la distribución de subsidios, el gobierno de López Obrador no tiene nada, está vacío de resultados, tan es así que la primera PresidentA Claudia Sheinbaum hace todos los días esfuerzos sobrehumanos para tratar de vender a una 4T exitosa, y nos habla de una sustentabilidad y de una economía que no crece, y de una disminución de asesinatos, delincuencia y de una Seguridad Pública que no existe por ningún lado, al contrario.
Entendemos que la primera ocasión en México, como en el caso de los Estados Unidos, en el 2018 ganara la esperanza. Pero que en el 2024 ganara el riesgo y la regresión.
Entonces, bajo qué criterios están decidiendo actualmente los ciudadanos. Por qué, dos proyectos populistas que aparentemente son diametralmente diferentes (uno de derecha y otro de una pseudo izquierda), tienen el respaldo de la sociedad. ¿Por qué?
Esto no es un asunto trivial y debemos dedicarnos de lleno. Porque tenemos que analizar con mucha seriedad en el caso de México Dónde vamos a estar en el 2027, y donde van a estar en el 2028 en los Estados Unidos. Afortunadamente Donald Trump ya no podrá reelegirse. Pero la pregunta es: ¿va a llegar otro loco igual o peor que él?
Sin duda dentro de tres años en ambos países estaremos revisando los resultados de esta locura colectiva. Pero…. ¿vamos a seguir por ese mismo rumbo? O bien en los próximos 36 meses vamos a ir a un estudio de profundidad, tanto en los Estados Unidos como en México.
Porque durante ese tiempo habremos observado si de este lado pudieron implementar la Reforma Judicial y otorgado un poco más de subsidios disfrazados de Programas Sociales. Ya que el Tren Maya definitivamente no va a funcionar, la Refinería de Dos Bocas pues no se sabe si va a generar gasolinas, los gobiernos Morenistas no tendrán ningún proyecto y así iremos, entre otras, a la elección de la gubernatura de 15 Estados en el 2027, donde nos seguramente nos vamos a encontrar a gobernadoras y gobernadores de tómbola.
Ahí tenemos a Evelyn Salgado, Rubén Rocha, David Monreal, Indira Vizcaino, o Rocío Nahle a pesar de que el único encargo que le dieron con la Refinería fuese un rotundo fracaso ahora de gobernadora, entre otros, como ejemplos representativos del bajo nivel que representa este singular método del obradorato.
¿Será que los niveles de ignorancia política de la sociedad son de tal magnitud que se han desfasado el entendimiento del momento y de las oportunidades, con el metro cuadrado de la realidad de cada uno de los ciudadanos y no se está conectando con eso?
Porque mientras para algunos grupos de la sociedad es evidente que tenemos que avanzar en la integración de los talentos y de las capacidades de la población, para otros no. Para otros solo se trata de polarizar, de excluir, de diferenciar, y es muy curioso los que apoyan la polarización terminan siendo los más afectados.
Como mencione al principio, lo que estamos viendo es una especie de Síndrome de Estocolmo, o de suicidio colectivo. En el caso de los Estados Unidos los latinos votaron por el que los va a expulsar. En el caso de México, en junio del 2024 millones de ciudadanos de clase media votaron por el proyecto que los está empobreciendo, no entiendo.
Tenemos que reflexionar muy seriamente sobre lo que tenemos en la política de aquí para adelante.
Mientras que Donald Trump se niega a la política y se va por el lado de las ocurrencias como traer a Elon Musk como nuevo rockstar de la política norteamericana. De este lado, pues ahí vamos todos enfilados hacia un callejón sin salida con la elección del Poder Judicial, sólo porque a un individuo senil como López Obrador se le ocurrió únicamente como medida distractora a su fallido gobierno y por el pleito personal que traía con unos cuantos Ministros de la Corte.
Sin que a la fecha se haya podido lograr un diálogo entre la Ministra Norma Piña y la PresidentA Claudia Sheinbaum para la construcción y consolidación de las Reformas que verdaderamente mejoren nuestro Sistema, no sólo el Judicial, sino el Sistema de Justicia y de Estado de Derecho completo que tanto hace falta en nuestro país.
Es entendible que la secta de Morena aplauda a su Mesías Andrés Manuel López Obrador. De la misma manera que la secta de la Luz del Mundo aplaude su Ministro violador Naasón Joaquín García.
Pero de ahí a que toda la sociedad permanezca inmóvil y no se revele mientras observa la destrucción del país y como son pisoteados los Derechos Humanos de todo el Poder Judicial. O que en los Estados Unidos gane un delincuente criminal como Donald Trump y que no pase nada.
Significa que algo no estamos entendiendo
…Es pregunta.
POR MARTHA GUTIÉRREZ
@MarthaGtz
Vocal del Consejo Directivo Del Instituto de Política y Gobernanza, A. C.
MAAZ