La toma de protesta de Claudia Sheinbaum como la primera Presidenta de México marcó un hito en la historia política del país, y con ella, se puso de manifiesto la creciente relevancia de los medios digitales en la difusión de eventos de esta magnitud.
En un entorno mediático cada vez más fragmentado, las plataformas digitales y los medios tradicionales ofrecieron una cobertura integral y diversa que refleja las preferencias informativas de los ciudadanos.
El pasado 1° de octubre, decenas de medios nacionales y locales siguieron de cerca la ceremonia en la que Sheinbaum asumió la presidencia. Las audiencias encontraron diferentes opciones para informarse, desde la televisión abierta hasta plataformas digitales como YouTube.
Esta diversidad de opciones no solo democratiza el acceso a la información, sino que también evidencia un cambio en los hábitos de consumo de medios, especialmente entre las generaciones más jóvenes.
Durante la mañana, la toma de protesta oficial en la Cámara de Diputados generó un alto nivel de interés, especialmente en los canales digitales. De acuerdo con The Social Intelligence Unit, con información de PRODU, una muestra de 17 canales en YouTube alcanzó un pico de 760 mil usuarios a las 11:57 am, de los cuales el 66% correspondían a canales de medios privados, como N+, mientras que el resto provenía de medios públicos como el Canal del Congreso.
Este fenómeno resalta la competencia directa entre medios públicos y privados por captar la atención de las audiencias en plataformas digitales, donde los privados sin duda han logrado una mayor penetración en comparación con los medios públicos.
Por la tarde, el evento en el Zócalo de la Ciudad de México, donde Sheinbaum recibió el bastón de mando de los pueblos originarios, fue otro punto clave en la cobertura. Aquí, las televisoras privadas dominaron las audiencias, alcanzando 5.85 millones de televidentes a nivel nacional, destacándose N+ con 4.96 millones de personas sintonizadas.
Este nivel de audiencia evidencia el poder de los medios tradicionales de televisión abierta para movilizar grandes volúmenes de público, pese al crecimiento de las plataformas digitales.
Finalmente, los noticieros estelares de la noche confirmaron que la mayoría de los mexicanos aún prefieren los medios tradicionales para informarse sobre eventos de gran relevancia nacional. Con 5.54 millones de televidentes sintonizando las tres principales cadenas privadas de televisión abierta, quedó claro que, aunque las plataformas digitales ganan terreno, la televisión sigue siendo el medio de referencia para muchos .
La cobertura de la toma de protesta de Claudia Sheinbaum pone de manifiesto no solo la pluralidad de medios en México, sino también cómo los medios públicos y digitales encuentran espacio a través del contenido que se genera en los medios privados y tradicionales, como la televisión abierta. Estos últimos, con su amplia cobertura y poder de convocatoria, actúan como un canal de distribución masiva que amplifica la presencia de los medios públicos y digitales.
Aunque estos últimos siguen creciendo en importancia, especialmente entre las audiencias jóvenes, es en combinación con los medios tradicionales donde logran alcanzar su mayor impacto, integrándose a un ecosistema mediático en el que la colaboración y la competencia entre formatos refuerzan la difusión de la información.
Así, televisión y plataformas digitales no son excluyentes, sino que se retroalimentan, ampliando las opciones informativas disponibles para los ciudadanos.
POR GONZALO ROJÓN
COLABORADOR
@GROJONG
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