Desde Afuera

Frontera, en el centro del debate

La cuestión de las drogas, y en concreto el fentanilo, crea serios problemas entre los gobiernos de Estados Unidos y México

Frontera, en el centro del debate
José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Mientras México plantea que el problema migratorio debe ser resuelto de forma colectiva y trabaja para enfrentar la crisis del fentanilo, Estados Unidos habla de una crisis fronteriza y la idea comienza a extenderse de las regiones republicanas a las demócratas, integra una variable política delicada en un problema que hasta hoy parecía reducirse a un choque entre conservadores o derechistas xenófobos y liberales antirracistas.

La simplicidad de la explicación la hace obviamente una generalización, pero el aumento de regiones demócratas que lamentan la llegada de migrantes a sus ciudades o sus vecindarios, y la creciente visibilidad de los problemas creados por el fentanilo, gracias a una frontera vulnerable, apuntan a fáciles demandas de control regional y una complicada relación con México. Y para complicar más, los dos países entran en los que prometen ser acalorados periodos electorales.

De entrada, ante la crisis migratoria que ha llevado a decenas de miles a territorio estadounidense, mientras otras decenas de miles están por llegar a través de México, el gobierno mexicano propone tratar de retener a los presuntos migrantes en sus países de origen, mediante la creación de empleos y posibilidades.

La canciller Alicia Bárcenas, dijo a senadores de EU que la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID) ha invertido millones de pesos en apoyos a varios países, pero se necesita mayor presencia de otros posibles donadores. La cuestión de las drogas, y en concreto el fentanilo, crea serios problemas entre los dos países. Cierto, 95% del fentanilo llega a Estados Unidos desde México, pero los estadounidenses son de lejos los principales consumidores y, de acuerdo con Bárcenas, México ha capturado una cuarta parte de todo el fentanilo requisado en el mundo.

Lo cierto es que cooperación es, o debiera ser el nombre del juego. Pero una de las características de los políticos, en cualquier lugar del mundo, es evadir responsabilidades y buscar culpables, de preferencia extranjeros o "distintos", para los males que afectan a su país en general o sus constituyentes en particular.

Y por supuesto, demandan soluciones.

En el caso estadounidense, culpar a los migrantes es un método tan viejo como eficaz, al menos por un tiempo.
Ahora el republicano Kevin McCarthy, presidente de la Cámara baja del Congreso de EU, amenazó con paralizar el financiamiento del gobierno a menos que la gestión del presidente Biden haga "algo" para enfrentar la llegada de migrantes y el tráfico de drogas a través de la frontera con México.

Los aspirantes a la candidatura presidencial republicana se desgañitan a su vez con amenazas de intervención militar.
Ninguno de esos grandes problemas tiene visos de resolución en el corto plazo y controlar la frontera es un trabajo largo y arduo que demanda más cooperación y menos poses.

Pero estamos en temporada electoral.

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS

JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM

@CARRENOJOSE1

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