De acuerdo con el senador republicano Tom Cotton, "al menos" 98 "terroristas" fueron detenidos en la frontera con México durante 2022, "y eso no incluye a algunos que se fueron y de los que no sabemos".
Por su parte, el diputado republicano Darrell Issa, aseguró que "en lo que va del año" se ha registrado la presencia en la frontera sur de hasta 140 personas mencionadas en una "lista de alerta terrorista" y demandó ser informado de "dónde están".
El señalamiento de Cotton se dio la semana pasada, durante una audiencia de confirmación del general Gregory Guillot como jefe del Comando Norte de las Fuerzas Armadas estadounidenses, a cargo de la defensa de la región norteamericana, incluido México.
Cotton consignó que, según datos del Departamento de Seguridad Nacional, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) ha encontrado que más de 100 rusos intentan ingresar ilegalmente a Estados Unidos cada mes cerca de un sólo lugar en la frontera sur de la nación.
"La inteligencia militar rusa tiene más oficiales desplegados en México que cualquier otro país del mundo", dijo Cotton, al repetir señalamientos hechos con anterioridad por el aún jefe del Comando Norte, General Glen D. VanHerk.
El senador republicano subrayó que el "real peligro" para Washington son las actividades de la inteligencia rusa y china en México, que en su opinión, pueden constituirse en un problema de seguridad nacional para Estados Unidos.
Recordó, en todo caso, que "es probable" que Aldrich Ames, un agente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) que vendió información secreta a los soviéticos en los años 80, hubiera sido reclutado en México.
La queja de Cotton establece un contraste con el cuidado empleado por el gobierno del presidente Joe Biden en sus señalamientos públicos respecto a México, desde las afirmaciones del secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, hasta las de funcionarios como el propio VanHerk, del Consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan o el director de la Oficina Nacional para Control de Drogas, Rahul Gupta.
De acuerdo con esas expresiones, la colaboración de seguridad entre México y Estados Unidos es creciente como, según dijeron, se reflejó en la reunión de gabinetes de seguridad de la semana pasada en nuestro país.
La ausencia de la directora de la Agencia Antidrogas (DEA), Anne Milgram, de ese encuentro fue, sin embargo, notada por los republicanos en el Congreso estadounidense.
De hecho, las mayores preocupaciones se dan respecto a la situación del tráfico de migrantes, un tema políticamente candente, pero también en torno a los cárteles de la droga, que en opinión de los legisladores republicanos interesados –en presentar a Biden como débil en la actual temporada preelectoral– y el impacto del narcotráfico y las posibilidades de un "desbordamiento" hacia Estados Unidos y posibles contactos con grupos terroristas islámicos.
POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
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