El pasado 25 de junio se celebraron elecciones generales en Guatemala, para votar por presidente, vicepresidente, diputados y autoridades municipales, los resultados de esta primera vuelta definieron que, con un nivel de participación cercano al 60% y un porcentaje altísimo de votos nulos (17.3%), Sandra Torres de UNE y Bernardo Arévalo del partido Movimiento Semilla pasarían a la segunda ronda al obtener 21% y 15%, respectivamente. En tercer lugar quedó el candidato oficialista, Manuel Conde, con 10% de la votación.
El oficialismo y otros ocho partidos más presentaron ante la Corte de Constitucionalidad un recurso para impugnar los resultados de la elección alegando fraude; tras una revisión de actas, el 10 de julio, la Corte no encontró motivos suficientes para anular la elección y repetirla acorde a la intención de los inconformes.
No obstante, el 12 de julio el Fiscal Especial contra la Impunidad, Rafael Curruchiche, dependiente de la Fiscalía General guatemalteca, anunció que llevaba a cabo una investigación contra el partido Movimiento Semilla por falsificación de firmas, así que solicitó al Juzgado Séptimo de Primera Instancia Penal suspender la personalidad jurídica de Movimiento Semilla; el Fiscal, con el consentimiento de su titular, Consuelo Porras, allana oficinas del Registro de Ciudadanos, adscrito al Tribunal Supremo Electoral a efecto de obtener pruebas de un supuesto fraude en la falsificación de adhesiones para el registro de Movimiento Semilla como partido político.
Durante esas horas, la incertidumbre propia y ajena dejaba muchas dudas respecto del futuro democrático y político de Guatemala; durante esas horas hubo un silencio ominoso de parte del Presidente de ese país, Alejandro Giammattei, ya que no solo no condenó la ilegítima intromisión de la Fiscalía en el proceso electoral, dejó que los acontecimientos tomaran su curso.
Sin embargo, el Tribunal Supremo Electoral aclaró que es el único facultado para resolver sobre el registro de los partidos políticos, por lo que la determinación de la Fiscalía no tenía efecto en el proceso comicial, la validó la elección y convocó formalmente a la segunda vuelta electoral con los dos candidatos punteros de la primera.
Cabe destacar tres datos en esta historia: el beneficiario de una eventual suspensión del proceso electoral o de la desaparición de Semilla habría sido el Presidente de Guatemala y su candidato; Sandra Torres es ex primera dama (2008-2011) y dos veces candidata a la presidencia. Giammattei renovó en 2022 a Consuelo Porras cuatro años frente a la Fiscalía General; tanto Porras como Curruchiche han sido señalados internacionalmente como funcionarios corruptos.
El 15 de julio pasado arrancaron las campañas electorales de los candidatos presidenciales, y se encuentra programada la jornada electoral de la segunda vuelta para el domingo 20 de agosto próximo; hay quien afirma que el oficialismo se volcará en apoyo a Sandra Torres, pues ésta es más a fin a ellos que el candidato de Movimiento Semilla, veremos.
POR ABELARDO RODRÍGUEZ DESALES
SOCIÓLOGO
LSN