En 1945, con la firma de la Carta de las Naciones Unidas, nació la Cooperación Internacional. Desde entonces ha evolucionado en su objetivo de generar desarrollo a nivel global.
La Cooperación Internacional de México está cambiando el paradigma de colaboración. Con el cambio de visión en la política social del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, en la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Amexcid) nos concentramos en apoyar el desarrollo regional de Centroamérica y el Caribe, no sólo con el traslado de recursos, sino implementando proyectos exitosos, adaptados a las necesidades de la región y cada país.
Hemos concluido la primera fase de Sembrando Vida en El Salvador y Honduras con el beneplácito de sus gobiernos. El primer reto fue adecuar el proyecto al entorno. Por un lado, usos y costumbres, hábitos de alimentación, tipos de cosechas, métodos de siembra y costos de los insumos; por otro, la implementación administrativa y adaptación a las leyes y reglamentos para lograr los propósitos del proyecto.
El segundo reto fue iniciar los proyectos en plena pandemia. Comenzamos en regiones sin cobertura de telefonía móvil e internet, con problemas de conectividad del transporte terrestre, alejadas de las pequeñas ciudades que apenas tienen servicios básicos. Los registros avanzaron en paralelo a los primeros cultivos hasta alcanzar la meta de diez mil beneficiarios por país.
El desarrollo mejora las condiciones económicas y sociales y, así, fomenta el arraigo. Sembrando Vida en países vecinos lo ha demostrado. El proyecto de cooperación ofrece a pequeños agricultores la oportunidad de mejorar su calidad de vida, incentiva la producción de sus parcelas para el autoconsumo de alimentos y la comercialización de excedentes, y contribuye a la seguridad alimentaria de la población.
De acuerdo con el Diagnóstico del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en Honduras, 93% de las y los beneficiarios reportaron que sus niveles de producción aumentaron para autoconsumo y comercialización, con un incremento de ingresos del 82%. Se generaron 23,691 empleos indirectos.
En El Salvador, según el Diagnóstico, 96% de las y los beneficiarios reportaron que sus niveles de producción aumentaron para autoconsumo y comercialización, con una mejora del 73.8%. Ahí se crearon 21,256 empleos indirectos.
En ambos casos, se construyeron biofábricas donde elaboran sus propios abonos y biofertilizantes, acompañados de insumos agrícolas, y de apoyo especializado y económico, que permita a los agricultores desarrollar su tierra y prosperidad futura.
Estamos expandiendo esos logros a otros países de la región. Este mes iniciamos en Belice y Cuba; próximamente estaremos en Guatemala.
Según el Plan de Desarrollo Integral de la Cepal, las causas estructurales de la migración forzada son la falta de crecimiento económico, la desigualdad y el rezago rural. Sembrando Vida las ataca de origen. La meta hoy es trabajar conjuntamente con la agencia de Estados Unidos Usaid para complementar los resultados y potenciar el impacto de nuestros proyectos.
El compromiso de México con la región es contundente: la Cooperación Internacional de nuestro país será una herramienta real de crecimiento para nuestros hermanos y hermanas del sur.
Laura Elena Carrillo Cubillas
Directora ejecutiva de la Amexcid
@LauraElenaCC
MAAZ