De acuerdo con las apariencias, si hubiera que definir la actual situación de la relación Estados Unidos-México sería como el aforismo militar estadounidense: SNAFU (Situation Normal, All f....d up/situación normal, todo fregado).
El acento fue puesto por la muerte de dos de cuatro jóvenes estadounidenses secuestrados el fin de semana en Matamoros, tras declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, que se sintió obligado a responder a la interpelación por Twitter del diputado republicano Dan Crenshaw, autor de una propuesta de ley que definiría a los cárteles como grupos terroristas y allanaría el camino al envío de tropas para "ayudar" a México a enfrentar la amenaza social y política que representan.
Los cárteles son denunciados en especial por la fabricación y distribución de fentanilo en el país del norte, así como por lo que algunos analistas estadounidenses califican como una alianza con el "Partido Comunista Chino".
Para complicar más el argumento, hay alegatos de que los alcances internacionales de los cárteles, su influencia en varias regiones del país y sus vínculos con el tráfico de personas, los convertirían en posibles aliados para grupos terroristas, en especial de Medio Oriente.
En vez de dejar el debate con Crenshaw a nivel legislativo, o de la embajada en Washington, el presidente López Obrador se sintió obligado a denunciar el injerencismo de EU y los tonos politiqueros de las quejas sobre la falta de colaboración mexicana en la lucha antidrogas.
Pero politiquería o no, esa queja subraya una opinión ya existente en torno a los problemas del Estado mexicano y su posible impacto sobre la seguridad nacional estadounidense, amén de haberse convertido en parte del argumento electoral republicano.
El renovado debate añadió drama al insistente tamborileo de sectores derechistas en temas como la inseguridad fronteriza y los peligros de una inmigración sin restricciones.
En lo inmediato, esa presión ha llevado a que el gobierno de Biden asuma una política de vigilancia fronteriza cada vez más similar a la impuesta por la Presidencia de Donald Trump, incluso, en lo que se refiere a la detención de familias. El impacto directo se siente sobre los miles de peticionarios de asilo que aguardan en México.
Paralelamente, el gobierno de EU anunció que planteará "consultas técnicas" sobre las medidas mexicanas para prohibir la importación de maíz transgénico, que se agrega a los diferendos sobre energía, donde el peso político estará sujeto a interpretaciones sobre acuerdos comerciales existentes.
El cúmulo de problemas de alto perfil oculta situaciones en que hay una colaboración real y la integración bilateral.
La situación no es simple, pero esa relación nunca lo ha sido. Con todo, hay momentos en que la retórica debe ser controlada antes de que escale a otro acrónimo, FUBAR (F....d Up Beyond All Recognition/fregado más allá de todo reconocimiento).
POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM
@CARRENOJOSE1
MAAZ