El canciller Marcelo Ebrard viaja a Buenos Aires para asistir a la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), una que por un lado marcará el regreso de Brasil y Luiz Inácio Lula da Silva a la organización que fundó y, por otro, pondrá a prueba la política latinoamericana de México.
Al menos 13 mandatarios de la región asistirán al encuentro que buscará destacar los puntos de acuerdo de la izquierda regional e ignorar sus divergencias, con el papel conciliatorio, tras bambalinas del llamado Grupo de Puebla.
Pero sobre todo, la esperada proclamación de Lula da Silva como el líder de la izquierda latinoamericana y el papel central que asignan a Brasil en un nuevo intento de integración que tan bien acomoda a las legendarias aspiraciones hegemónicas atribuidas a ese país.
Algunos analistas de izquierda aseguran que la presencia de Lula marcará el "relanzamiento" de una agrupación que pretende constituirse en una alternativa "real y efectiva" a la Organización de Estados Americanos (OEA), a la que no pocos de los asistentes califican como el “ministerio de colonias” de Estados Unidos.
De creer algunas versiones, la reunión de la Celac podría ayudar a la creación de un "eje" Buenos Aires-Brasilia-México, pero algunos medios argentinos dan mayor importancia al acercamiento Buenos Aires-Brasilia y la idea de lanzar una moneda regional.
También se ha mencionado un distanciamiento entre los gobiernos argentino y mexicano y señalamientos que más o menos minimizan el papel mexicano en el nuevo impulso regionalista, aunque Celac fue "resucitada" por México hace tres años.
Igualmente, podría ser el escenario donde Brasil y México busquen nuevas confluencias, o agreguen un capítulo a su vieja rivalidad geopolítica, una que lleva a los brasileños y sus aliados a destacar la cercanía social y económica de México con Estados Unidos.
Hay reportes sobre una divergencia entre Brasil y México en torno a la situación de Perú, donde el gobierno del presidente Andres Manuel López Obrador promueve la reinstalación del destituido Pedro Castillo, con el presunto acuerdo de los gobiernos de Cuba, Nicaragua y Venezuela.
El de Celac, bajo la presidencia del argetino Alberto Fernández, podría ser también el foro donde los mandatarios democráticamente electos, como el chileno Sebastian Boric o el colombiano Gustavo Petro, lleguen a conciliaciones con regímenes a los que han calificado negativamente, como Nicaragua y Venezuela.
La presencia del venezolano Nicolas Maduro creó una polémica en Argentina, que se esforzó por organizar un encuentro donde habrá representantes de los principales bloques económicos mundiales.
Puede esperarse que la reunión de Celac relance el añejo ideal de una integración regional al amparo de lo que se define como la "marea rosa", compuesta sobre todo por gobiernos progresistas electos los últimos años en las principales economías de la región, pero con los ojos cerrados a las dictaduras del mismo signo.
POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM
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