La conmemoración del Día Internacional en contra de la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños, como cada 23 de septiembre desde 1999, representa una gran oportunidad para concientizar a la sociedad y a los gobiernos sobre las consecuencias que tiene la explotación sexual, el trabajo y el matrimonio forzado, la venta de niñas y niños, la reclutación de niños soldados y el tráfico de órganos, entre otras.
La conmemoración tiene sus orígenes en la Conferencia Mundial de la Coalición Contra el Tráfico de Personas y la Conferencia de Mujeres de Dhaka, Bangladesh, en homenaje a la ley Palacios promulgada en Argentina en 1913, por ser el primer marco legal que buscó castigar la prostitución infantil.
México se ha convertido en territorio de origen, tránsito y destino de trata de personas con fines de explotación, en donde el 49% de las víctimas son mujeres y el 23% niñas. En el caso de las mujeres migrantes, seis de cada diez se ven sumergidas en la misma realidad al cruzar por el país en busca de una mejor vida.
Tan solo en la primera mitad del año, han aumentado siete delitos contra niñas, niños y adolescentes en el país, siendo estos: lesiones (29.8%); corrupción de menores (21.3%); extorsión (20.8%); feminicidio (13.5%); homicidio (4.8%), trata de personas (4.4%) y secuestro (1.1%).
La situación se agrava para las mujeres y niñas que viven en Tijuana, Cancún, Acapulco, Puerto Vallarta, Los Cabos, Ciudad de México y Puebla, ciudades con las incidencias más altas en turismo sexual infantil, delito que es parte de un negocio transnacional —el segundo más lucrativo después del tráfico de drogas y armas— que genera más de 40,000 millones de dólares.
La UNODC ha señalado que, por cada víctima identificada de los delitos de la trata de personas en el mundo, existen 20 más sin identificar. En México existe una falta de registros administrativos y de sistematización de los ilícitos. El Senado de la República recientemente solicitó al INEGI cambiar la metodología que utiliza para censar las violencias contra las niñas, niños y adolescentes, a fin de diseñar políticas públicas acordes a la realidad.
Las y los expertos advierten que los operadores del sistema tienen dificultades en la aplicación de la normatividad, lo que probablemente se traduce en que solo el 6% de investigaciones se inician de oficio y en un número reducido se emiten sentencias condenatorias.
Esto se ha vuelto en un tema urgente que va en aumento, tan solo entre 2017 y 2021se han registrado 3,896 víctimas de trata de personas en México, las mujeres representan el 75.3% y el 35.61% las niñas menores de 18 años.
Lamentablemente, hay formas modernas de esclavitud, explotación y trata, que se fortalecen en la era digital. En el marco de la pandemia, más de 46.6 millones de personas son víctimas de la esclavitud moderna en 2021 a nivel mundial.
Esta conmemoración se convierte en un año más que aumenta el número de mujeres y niñas que son obligadas a prostituirse. Un año más de nulos resultados y de exigirle al gobierno implemente acciones efectivas que prevengan, investiguen, sancionen y reparen el daño que ocasionan estos crímenes.
Sigue leyendo: