Ante el comentario de Hugo López-Gatell en el sentido de que los consultorios médicos de las farmacias privadas son un engaño, valdría la pena ponerlo frente a un espejo y recordarle que la mayor farsa de este sexenio es él. Y que será el primer motivo para que a AMLO se le juzgue por traición a la patria.
Una persona que con el título de galeno en mano se ha dedicado a cercenar la vida de miles de mexicanos. Quien, ante la pandemia mundial, logró que México esté entre los cinco países con mayor número de occisos directamente atribuibles al covid y con el mayor número de decesos entre el personal de salud (médicos, enfermeras, asistentes, técnicos sanitarios, laboratoristas, etcétera) en el mundo.
López-Gatell pasará a la historia como alguien que convirtió su conocimiento en franca lambisconería hacia el poder. Su adulación al definir a López Obrador como “una fuerza moral y no de contagio” mostró desde entonces su servilismo y olvido de la ciencia. Lo que vino después era esperable.
Ese que se opuso al uso de cubrebocas en un principio, para luego ceder diciendo “da una falsa sensación de seguridad”. Que todavía en enero de este año negó las vacunas a los menores de 12 años, pese a las recomendaciones de la OMS.
López-Gatell sostiene que los consultorios médicos de las farmacias —el primer punto de contacto (muchas veces el único) de la población con el sector salud— debían desaparecer. En su desplante de corte ideológico, ninguneó a los galenos que atienden pacientes en dichos consultorios extendidos en todos los rincones del país —las clínicas públicas no.
El médico se dispara en el pie pues es la misma COFEPRIS (adscrita a la subsecretaría que él preside) la que supervisa y verifica que doctores y consultorios médicos cumplan con la Ley de Salud así como con una serie de disposiciones sanitarias y normas, siendo el primer requisito contar con cédula profesional. ¿No se dará cuenta que, al descalificarlos, reprueba su propia gestión?
La misión del doctor Muerte es preocupante: destruir la salud ligada a la IP, acabar de enterrar la pública y “sustituirla” por quién sabe qué. ¿Ya se nos olvidó que excluyó en un principio de la vacunación anti covid a los médicos que trabajan en el sector privado? Ahora va contra los que atienden a los miles de mexicanos que no tienen seguridad pública o, mismo teniéndola, les es mucho más rápido y económico asistir a estos consultorios que formarse en filas eternas para conseguir una cita en instituciones de salud públicas.
El galeno trastocado en político olvida que una de las razones de la proliferación de estos consultorios es el quebrado sistema de salud del país ¡que él ha ocasionado! Gatell no puede culpar a esos otros médicos de que el número de menores sin las vacunas del cuadro básico ha aumentado descomunalmente. Por cierto, ¿qué va a hacer ante semejante tragedia que ataca a los niños más desfavorecidos?
Y la mentira dicha por López-Gatell de que gran parte de la mortalidad del covid fue causada por el mal diagnóstico dado por los médicos de las farmacias es una criminal forma de convertir sus errores en culpa de otros. Entre otros: desalentar la realización de pruebas de contagio y del uso de cubrebocas. Todos lo escuchamos esos primeros y cruciales meses de la pandemia; nadie nos lo cuenta.
Quien ha acudido a un consultorio médico adyacente a una farmacia de cadena sabe bien, tal como me consta a mí, que los médicos evitan, si el cuadro o padecimiento lo permite, medicarnos innecesariamente. Es una monumental mentira decir, como señaló el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, que el objetivo de estos consultorios es vender los productos de las farmacias (unos, por cierto, que no están siendo abastecidos en el sector público).
¿Acaso la subsecretaría mencionada ha recabado / solicitado los datos de las millones de consultas realizadas en consultorios de este tipo para mejorar sus bases de datos y estadísticas? ¡Por supuesto que no! Eso sería pedir algo que el titular de esa oficina es incapaz de contemplar o entender.
Los médicos en los consultorios de farmacias cubren una necesidad urgente de la población que López-Gatell no ha subsanado: tener atención médica rápida, cercana y a precios simbólicos. Es así de simple y a la vez así de ilustrativo el GRAN engaño que Hugo López-Gatell es y ha sido.
POR VERÓNICA MALO GUZMÁN
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@MALOGUZMANVERO
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