COLUMNA INVITADA

Hablando el mismo lenguaje

Recordarán que este 2022, para la Organización Mundial de Aduanas es el año de “Ampliar la transformación digital de la aduana

OPINIÓN

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José Ignacio Zaragoza Ambrosi / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México

Recordarán que este 2022, para la Organización Mundial de Aduanas es el año de “Ampliar la transformación digital de la aduana mediante una cultura de datos y la creación de un ecosistema de datos”; si bien es un hecho que la mayoría de las administraciones aduaneras del mundo hoy están completamente digitalizadas, también lo es que sus sistemas no son compatibles en muchos casos con las demás autoridades nacionales que regulan o tienen alguna injerencia en el comercio exterior de los países, ni siquiera a través de las ventanillas únicas.

Este problema se agrava cuando se mira a nivel de cooperación internacional porque los sistemas aduaneros de cada país no fueron diseñados para hablar el mismo lenguaje entre socios comerciales.

De ahí que ahora la OMA llame a la implementación de un lenguaje común para hacer que los sistemas sean interoperables porque estando desconectados no permiten eliminar los cuellos de botella y las ineficiencias. Para evaluar el nivel de madurez de una administración aduanera en términos de digitalización, sus sistemas deben operar en un entorno de ventanilla única con las otras agencias gubernamentales y a nivel internacional con sus socios comerciales.

Así, la OMA ha creado su propio modelo de datos bajo la premisa de que es un lenguaje universal para los procesos aduaneros que facilita la colaboración digital entre agencias a nivel nacional e internacional. Y facilitará también el trabajo de los operadores económicos en el cumplimiento de los requisitos reglamentarios.

En otras palabras, dondequiera que se utilice este estándar, los operadores económicos pueden presentar requisitos de datos de la misma manera. Esto significa que no tienen que establecer diferentes métodos para cumplir con los requisitos, lo que reduce significativamente el costo y la complejidad de cumplir con los trámites de exportación o importación, ya que los operadores usarían el mismo sistema para cumplir con los requisitos de diferentes administraciones.

El Grupo de los 7 (Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos) tomó la iniciativa de crear este modelo y lo entregó para su mantenimiento y desarrollo a la OMA en el 2002, buscando la interoperabilidad de los sistemas de TI de empresa y gobierno, simplificando los requisitos de datos de exportación e importación para aumentar la competitividad del comercio exterior.

Este modelo permite la colaboración digital y fluida, se ha desarrollado para abordar todos los requisitos de datos necesarios de los procedimientos regulatorios transfronterizos en el contexto de un entorno de ventanilla única. De acuerdo con la Decisión del Consejo de la OMA de diciembre de 2020, el modelo está disponible de forma gratuita para todas las partes interesadas.

El objetivo final obviamente es permitir la interoperabilidad de los sistemas a nivel mundial, pero para este propósito deberá primero ser ampliamente adoptado por los miembros de la OMA. El problema principal es como sabemos, que la OMA no puede obligar a los países a adoptarlo, tendrá que ser de forma voluntaria. A menos que se lograra incluir en la revisión integral de la Convención de Kyoto Revisada que está en marcha. Si se logra incluir en el cuerpo del Convenio podría permitir el progreso hacia la interoperabilidad global de las aduanas.

Claro está que la posibilidad es remota y después habría que convencer a todos los miembros de la OMA a ratificar el Convenio de Kioto Revisado, cosa que no ha logrado desde el 2006. A la fecha, de los 178 miembros de la OMA, solo hay 129 signantes. Entre los países que faltan está México, que como recordarán, hizo todas las modificaciones legislativas hace algunos años, pero no terminó el proceso.

El siguiente nivel de adopción, después de las administraciones aduaneras, sería el de la iniciativa privada, los operadores económicos de la cadena logística, lo que conseguiría alinear los requisitos de las agencias reguladoras transfronterizas y los procesos comerciales, permitiendo así que la información fluya a lo largo de la cadena de suministro, y que los datos sean reutilizados fácilmente por las distintas partes de la cadena, lo que mejorará la integridad y la calidad de los datos y de la información.

Sin duda este ambicioso proyecto facilitaría el intercambio comercial entre las naciones y haría un comercio mucho más seguro y transparente. La tecnología está lista, ahora falta la voluntad.

JOSÉ IGNACIO ZARAGOZA A.
AGENTE ADUANAL Y EXPERTO EN COMERCIO EXTERIOR
@IGNAQUIZ

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