COLUMNA INVITADA

López Betancourt, la polémica

Las denunciantes aseguran que el Tribunal Universitario no ha brindado justicia a las víctimas de acoso

OPINIÓN

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Ernesto Villanueva / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México
Ernesto Villanueva / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El singular proceso judicial por el que atraviesa el Dr. Eduardo López Betancourt reclama fijar una postura pública por las particularidades del caso.

Veamos: a) Es de llamar la atención que haya sido el propio López Betancourt quien el viernes 6 de diciembre del 2019 hizo declaraciones a favor de reformar la naturaleza jurídica del reglamento del Tribunal Universitario (TU) de la UNAM para impartir justicia precisamente a distintas universitarias que habían denunciados casos de acoso donde el TU se veía impedido de actuar como era debido y no se atendiera la violencia de género. (https://acortar.link/MKiOtE).

b) Gracias a la movilización de un grupo de mujeres de la UNAM y del acompañamiento solidario del presidente del Tribunal Universitario, López Betancourt, poco más de dos meses después, el 12 de febrero del 2020 se modificó la estructura del TU para incluir una perspectiva de género con dos nuevas integrantes mujeres expertas en derechos humanos, lo que generó un precedente histórico en el organismo de impartición de justicia universitaria.

c) Los días 25 y 26 de noviembre del 2021 el TU fue anfitrión de 30 universidades públicas para conocer la inédita manera de tratar el tema del maltrato a las mujeres con el respaldo activo del rector de la UNAM, Enrique Graue y tuvo lugar por vez primera un Congreso Internacional de Tribunales Universitarios bajo los auspicio también del TU de la UNAM para el mismo propósito.

d) Las actividades anteriores se inscriben en un comportamiento inversamente proporcional a las conductas de que ha sido imputado Eduardo, lo que por sí mismo genera una duda razonable de esa supuesta doble conducta por senderos muy distintos.

e) Hay elementos que permiten pensar que en este caso el Dr. Alejandro Gertz Manero, titular de la Fiscalía General de la República (FGR) se comporta con un eventual conflicto de interés por las históricas diferencias significativas que mantiene con López Betancourt https://acortar.link/raKzKO ).

No en vano, el juez de la causa apuntó que “su investigación (se refiere a la FGR) arroja muchas deficiencias, deja mucho que desear”. (https://acortar.link/LfsTQt); f) El tema de fondo es cómo resolver un caso de acoso cuando no hay evidencias contundentes; se apela a los dichos del que acusa y del que es acusado. Se convierte, al final del día, en un acto de fe, lo que es contrario a derecho.

No se puede juzgar por encuesta o sondeos de opinión. Esto es grave porque es posible que eventualmente pueda cometerse el crimen perfecto para destruir reputaciones, generar extorsiones, servir de herramienta para acabar con adversarios políticos, económicos y un largo etcétera donde el dicho mata evidencia.

Es necesario separar la paja del trigo, no se trata de una tarea fácil; es sinuoso y complicado, pero no imposible. Este problema se ha resuelto en otros aspectos, pero se podría aplicar a casos como éste: ¿Se animarían los involucrados en este proceso a someterse voluntariamente a un exhaustivo examen de control de confianza realizado por un organismo especializado independiente reconocido por la asociación con mayor reconocimiento del mundo entero, la American Polygraph Association (https://acortar.link/h8FfOs) de los distintos que hay en México sin relación alguna con el gobierno para evitar conflictos de interés? No se trata, en modo alguno, de una propuesta que no tenga asideros aquí y en el mundo.

Se trata de una práctica corporativa en empresas multinacionales y en todos agentes y directivos de agencias de seguridad nacional. No obstante, admito que sigue siendo un tema a debate. En los Estados Unidos, una parte de los estados admiten estos exámenes en juicio y otra no, dependiendo si ambas partes están de acuerdo y del tipo de prueba que supone un examen de control de confianza. (https://acortar.link/EfMQ66).

Día con día, la tecnología y la ciencia avanzan de manera significativa, lo que ha permitido que en otros países se vayan aceptando estas herramientas en procesos penales relacionados con el tema objeto de este texto (https://acortar.link/m8rZKm) y el avance de las tecnologías permite ahora pasar del 85% de confiabilidad del polígrafo tradicional al 97-99% de la suma del polígrafo más el reciente EyeDetect que es una técnica con escasas contramedidas forenses. Sería absurdo que para ingresar al SAT o al Centro Nacional de Inteligencia en México y a los grupos de élite militares, policiacos y marinos se exijan estos exámenes y se repitan de manera periódica si carecieran de eficacia.

Es verdad que en México hay mucha simulación al admitir pruebas mínimas y exámenes a modo que desnaturalizan el ejercicio. Por esta razón, los exámenes deben ser hechos con el rigor requerido por una empresa debidamente acreditada que minimiza las contramedidas forenses y asegura una altísima confiabilidad.

Sin duda, este tipo de herramientas permitiría saber con un alto grado de precisión quién miente y quién no. Me ha dicho el Dr. López Betancourt que está dispuesto a someterse a un examen de control de confianza de esta naturaleza en la medida en que su acusadora haga lo propio y el fiscal Gertz pase el examen donde de cara a la sociedad se conozca que el único interés que tiene como titular de la FGR es la aséptica y loable procuración de justicia que echaría por tierra las dudas que se siguen acumulando sobre su quehacer en la FGR, con razón o sin ella, no sólo en este caso sino en los ventilados contra Alejandra Cuevas, Julio Scherer y Santiago Nieto.

Es verdad que estos ejercicios no tendrían por ahora mayor mérito jurídico, pero serían una presión legítima para los juzgadores. Por lo pronto esta respuesta que me ha dado Eduardo López Betancourt fortalece mi convicción de la integridad del maestro, amén evidentemente de mi reconocimiento profesional de siento.

Me siento faltaba más muy orgulloso de su amistad donde en tiempos de adversidad hay que decirlo en voz alta. Ojalá que las otras personas acepten la prueba para acercarse a la verdad más allá de la suma de testimonios y pareceres.

De esta forma, se reducirían las asimetrías entre los abogados de las partes, se harían procesos abreviados, se dejaría en claro la (im)parcialidad de las actuaciones del titular de la FGR y honrarían los derechos a la presunción de inocencia y al de recibir justicia pronta y expedita.

Por: Ernesto Villanueva

@evillanuevamx

   

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