ORBITANDO

Putin se queda sin opciones

El mandatario ruso busca es tener bajo su control a la capital ucraniana, Kiev, que es considerada por él como la cuna de la cultura rusa

OPINIÓN

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Israel López Gutiérrez / Orbitando / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

A Vladimir Putin sólo le queda el invierno como última opción para tratar de revertir la debacle que viene sufriendo hace ya varias semanas el ejército ruso; la reconquista de Jersón, por parte de Ucrania, fue la gota que derramó el vaso en contra de las fallidas aspiraciones expansionistas del mandatario.

De hecho, no calculó que esta vez Occidente respaldaría a Kiev para enfrentar la invasión rusa (24 de febrero), a diferencia de 2014, cuando en un santiamén –con ayuda de ucranianos prorrusos– se anexionó a Crimea y aseguró su salida al Mar Negro, mostrando al mundo un golpe de poder.

Las aspiraciones de Putin van mucho más allá de Crimea o del Donbás. Lo que el mandatario ruso busca es tener bajo su control a la capital ucraniana, Kiev, que es considerada por él como la cuna de la cultura rusa. El zar busca resucitar lo que fue la
extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), pero 31 años después la geopolítica es completamente diferente.

Para Occidente, Ucrania representa un país clave para tener presencia y vigilancia militar, que permita contener las aspiraciones expansionistas de Moscú, porque Putin no sólo piensa en los países de la desaparecida URSS, también tiene el propósito de controlar el Ártico, rico en recursos naturales.

Sin querer, Putin con sus aspiraciones dio la oportunidad a las potencias militares en Occidente de probar sus nuevas armas, desde las más sencillas hasta las más sofisticadas y letales, desde ese punto de vista los aliados de Kiev ya están ganado, en menos de dos meses han hecho que las tropas rusas se replieguen.

Si al principio de esta incursión, el cazador de osos era considerado como un líder con alta popularidad, que inclusive reformó la Constitución para poder gobernar al menos hasta 2036, hoy ese apoyo se está desvaneciendo, sobre todo, desde que ordenó enlistar a 300 mil reservistas ante la ola de deserciones y bajas que sufre el Ejército ruso.

Según algunas estimaciones, unos 300 mil jóvenes rusos han huido de su país para evitar ser reclutados y mandados a la guerra sin el más mínimo conocimiento bélico. Si los que estaban supuestamente preparados tuvieron que replegarse, qué será de los que nunca han utilizado un arma o desconocen de estrategias.

No hay que olvidar, que el inicio de esta invasión activó también la economía de guerra, en un momento en que el mundo estaba en recesión por la pandemia de COVID-19. Hoy mismo, Estados Unidos se ha convertido en uno de los principales proveedores de gas para Europa y de paso rompió con la presión energética que pretendía Putin.

La misma invasión desnudó otros vacíos que tiene el mundo, por ejemplo, la Unión Europea en materia energética; mostró los aliados con los que cuenta Estados Unidos en América Latina y en Asia. No sólo eso, puso en relieve la amenaza que representa seguir en una carrera nuclear armamentista, el hoy acorralado Putin amenaza un día sí y otro también con utilizar su arsenal. ¡Eso es lo que más preocupa!

POR ISRAEL LÓPEZ
COLABORADOR

ISRAEL.LOPEZ@ELHERALDODEMEXICO.COM

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