COLUMNA INVITADA

Revelación

Contrarrestar la discriminación, como las que han existido y existen contra la población LGBTIQ+, es tarea de todos

OPINIÓN

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Jonathan Chait / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

¡Resultaste toda una revelación! Me dijeron cuando notaron que realicé sin reparo visitas a los centros penitenciaros o morgues, pasé largas jornadas de repatriaciones nocturnas o porque dialogaba de frente con los “duros” de las agencias migratorias estadounidenses, como parte de mi labor consular. Pareciera que la frase habría que tomarla como cumplido, ya que en el imaginario de algunos no se esperaba que una persona como yo, abiertamente gay, pudiera hacer esto en el complejo entorno fronterizo, la trinchera más agreste de la política exterior.  Cómo no sorprenderme del “halago”, si algunos de mis referentes en materia de protección consular mexicana eran justamente personas del colectivo LGBTIQ+. La expresión reflejaba varios estereotipos que nos ha tocado vencer con acciones a quienes formamos parte de la diversidad sexual.

Identificar esos estigmas que cuestionan nuestras capacidades o profesionalismo, te presenta la disyuntiva de evadir el tema permaneciendo en silencio, o bien afrontarla siendo vocal. Personalmente he elegido la segunda y aprovechar estos espacios para aclarar, consciente de que desde mi posición tengo la responsabilidad de generar la conversación y visibilizar situaciones discriminatorias –abiertas, veladas o inconscientes– por nuestra orientación sexual.

A lo largo de la carrera diplomática, constantemente nos toca “revelarnos” como personas. Nos encontramos ante situaciones profesionales en las que tenemos que hablar de nuestras vidas personales, por ejemplo, preguntas recurrentes sobre nuestras familias diversas. En estos momentos, lo personal deja de ser privado. Cómo no decir en mi caso que estoy casado con un hombre, cuando hay un documento público que lo avala, además de ser una persona integral de mi vida. Esto va más allá del convencimiento de que “amor es amor”. Es reconocer lo que es justo con base en los cambios jurídicos en nuestro país en materia de derechos para la población LGBTIQ+, que nos permiten una mejor inserción social y desarrollo personal.

Contrarrestar las formas de discriminación, como las que han existido y existen contra la población LGBTIQ+, es tarea de todos, pero particularmente de quienes somos servidores públicos. La Cancillería mexicana ha sido vanguardia al interior del país con la instrumentación de políticas públicas de inclusión y la no discriminación –como la Declaratoria de Zonas Seguras– en favor de su personal, así como por los servicios que ofrecen las diferentes representaciones diplomáticas y consulares de nuestro país en el mundo para este colectivo. Estando al frente del Consulado General de México en Miami, me enorgullezco de sumarme a estas acciones que promueven espacios para la libre expresión y ofrecer la protección y atención a todas las personas mexicanas, sin que su orientación sexual sea un obstáculo.

El trabajo para lograr una sociedad libre de prejuicios hacia la población LGBTIQ+ es todavía arduo. En la ruta a ese ideal deberemos seguir creando políticas para su protección y espacios de diálogo que visibilicen sus realidades y que den voz a aquellas personas que aún no la tienen, o que piensan que no la tienen.

Esta labor es pública, es social y es individual. Además de ser una responsabilidad de los gobiernos garantizar derechos en igualdad de condiciones, es un imperativo para las sociedades lograr comunidades más incluyentes. Pero, en última instancia, está en cada uno de nosotros dejar de lado ideas preconcebidas que intenten minimizar nuestras capacidades con base en nuestra orientación sexual.

Que “revelarnos” con todo nuestro potencial no sea una cuestión de romper estigmas por orientación sexual o identidad de género, sino el resultado de formar parte de una sociedad en la que el libre desarrollo de la personalidad sea la base sobre la que todas y todos construimos un mejor presente, donde nadie se queda fuera. Una sociedad con espacio para todas las personas.

JONATHAN CHAIT
CÓNSUL GENERAL DE MÉXICO EN MIAMI
@JCHAITA

DZA