LA ENCERRONA

Desigualdades y elecciones

La Ciudad de México se ha caracterizado por tener a la sociedad más crítica de todo el país. Esto se debe a que tiene los mejores niveles educativos

OPINIÓN

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Adriana Sarur / La Encerrona / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

Es sabido que México es uno de los países más desiguales del mundo, donde conviven las personas millonarias al más alto nivel mundial, con millones de personas en situación de pobreza multidimensional.

Las causas son muchas, nos podemos remontar a los tiempos de la Colonia, pasando por la Independencia y Revolución hasta nuestros días, con un transversal de corrupción y falta de atención estructural sólida, entre otras cosas, para lograr estrechar estas brechas de desigualdad en nuestro país.

Esta condición es una de las tantas características que compartimos con América Latina, quien tomando en cuenta el coeficiente de Gini a nivel regional, sólo nos superan Bolivia, Brasil y Colombia, teniendo una media en el subcontinente de 50.7, mismo puntaje que ostenta México. En este sentido, las desigualdades extendidas, es decir, no sólo las monetarias, también provocan efectos similares en toda Latinoamérica, y uno de estos es el comportamiento electoral, así como los gobiernos populistas, otra característica que podemos observar desde la Patagonia hasta el Río Bravo con exponentes como Bolsonaro, Duque, López Obrador, Maduro, Fernández, entre otros.

En este tenor, la jornada electoral del 6 de junio nos muestra estos efectos de la desigualdad en el país. Si bien Morena no tiene muchos cambios en la Cámara de Diputados, sí obtuvo ganancias en estados donde hubo elección para gobernador, logrando una franja en el norte-pacífico-sureste, lo que le permitirá enfrentar la revocación de mandato y las presidenciales con mayor empuje nacional y territorial... pero pierde más de la mitad de la Ciudad de México.

Ahora bien, es evidente que López Obrador le da mucho peso a los simbolismos y perder la Ciudad de México es un símbolo inequívoco de la pérdida de su fuerza, de su desgaste.

El otrora Distrito Federal se ha caracterizado por tener a la sociedad más crítica de todo el país. Esto se debe a que tiene los mejores niveles educativos, acceso a la mayor oferta en los sistemas de salud, más oportunidades de trabajo con mejores salarios, es la entidad con mayor movilidad social y la que contiene el mayor segmento de la llamada clase media y, que en esta ocasión, sufragó por la opción opositora.

Lo sucedido en la Ciudad de México, obedece a una situación contextual y multifactorial. La negligencia convertida en tragedia en la Línea 12, el pésimo manejo de la pandemia, el hartazgo de un sector al que los programas de transferencia no son suficientes para incrementar la movilidad social, la deficiente administración pública, etc., son causales suficientes para decir basta y mandar un mensaje a Palacio Nacional. Más allá de los mapas donde se expone una división social entre el oriente y el occidente de la Ciudad, la realidad es que hoy existe un meridiano imaginario que parte el territorio de la capital, en gran medida, debido a la desigualdad social.

POR ADRIANA SARUR
ADRIANASARUR@HOTMAIL.COM
@ASARUR

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