La pandemia por la que atraviesa el mundo representa un reto para la democracia, la tecnología y nuestras instituciones. México enfrentará los comicios más grandes de la historia con más de 21 mil puestos de elección en juego: gubernaturas, presidencias municipales, alcaldías, así como diputaciones federales y locales, todo en medio de la incertidumbre del semáforo de riesgo epidemiológico.
Sin lugar a dudas los partidos tendrán que explorar nuevas formas de acercarse a la población, y cargaran con la responsabilidad de incluir a toda una generación nacida bajo las nuevas tecnologías.
Llevarán amplia ventaja aquellos partidos que opten por postular a jóvenes, no sólo por el hecho de que la base de la pirámide poblacional se encuentra en esta edad, sino que la habilidad para comunicar y los canales que pueden explotar provocaran que la gente salga o no a votar en estos comicios.
Estas elecciones serán una competencia de estructuras, donde aquel que tenga mejor articulada a su militancia llevará mano tanto en la defensa del voto como en la capacidad de sacar a votar a sus simpatizantes.
Te podría interesar
Esto lo tiene claro la oposición, que a fin de cuentas demuestra en este 2021 que la mafia del poder descrita por Andrés Manuel López Obrador, y que bien podría tomarse en Ciencia Política como una categoría descriptiva de un sistema de partidos, sí existe.
La descarada alianza entre PRI, PAN y PRD pretende sumar todo lo que aún les queda para apostarlo contra el titán de la CDMX que avanza lento en sus designaciones de candidatos, ya que aún no decide quien encabezará las diputaciones federales ni las locales; lo que se debe cuidar es que los abanderados tengan autoridad moral para salir a pedir el voto en favor de la marca, ya que por todos los distritos están inscritos personajes que combatieron a Morena en 2015 durante la primera elección de este partido, en 2016 en el proceso constituyente, en 2017 en la elección del Estado de México, donde todos los partidos enviaron apoyo a sus candidatos a gobernador, e inclusive en 2018, elección donde tacharon de loco y de dictador a nuestro actual Presidente de la República.
Sea cual sea la definición, los verdaderos militantes de Morena ya centramos los ojos en la próxima ocasión en la que tendremos que salir a defender la 4T.
La consulta para la revocación de mandato se encuentra cerca y se presenta otra oportunidad para limpiar la casa de aquellos que entraron para llevarse hasta el florero.
POR JOSÉ EMMANUEL VARGAS BERNAL
@Emmanuel_CDMX
dza