JERUSALÉN. Tras tres años y medio de trabajo, Israel completó la construcción del gran complejo que separa su territorio de la vecina Franja de Gaza, con la meta de evitar infiltración alguna desde el territorio vecino, gobernado desde hace años por la organización terrorista Hamas.
Nuevamente queda claro cuánto dedica Israel a proteger a su población, en abierto contraste con la dedicación por Hamas a construir una infraestructura armada para atacar a Israel.
El nuevo complejo es una combinación de obstáculos, tanto subterráneos como sobre la tierra y dentro del mar, y de dispositivos tecnológicos, que se estima convertirán el deseo de infiltración en una misión prácticamente imposible. Todo fue concebido ante la clara amenaza de los túneles cavados por los terroristas desde Gaza, que en el 2014 usaron para irrumpir en territorio israelí y realizar atentados en localidades civiles aledañas a la frontera.
Israel gastó en el proyecto algo más de mil millones de dólares.
Lo más visible es una barrera de 65 kilómetros de largo y seis metros de alto, así como un obstáculo que se adentra cientos de metros en las aguas del Mediterráneo, para hacer físicamente imposible cruzar a Israel. La parte central, destinada a neutralizar los túneles cavados por los terroristas, es el “muro subterráneo”, que incluye sensores de movimiento y radares y es de hecho una “pared inteligente”, en descripción del Brigadier General Eran Ofir, Jefe de la Dirección de Fronteras. Su tecnología puede detectar al momento de cavar un túnel en la zona.
La traición de los terroristas al pueblo que dicen proteger
El trabajo comenzó en 2018, al terminar la elaboración de los planes concebidos a raíz de la directiva clara de las autoridades: garantizar la protección de las comunidades civiles israelíes en la frontera con Gaza.
Participaron 1,200 trabajadores, en su mayoría del exterior, especializados en el desafío de cavar decenas de metros bajo tierra. El proyecto ya completado es considerado el mayor desafío de ingeniería de seguridad desarrollado por Israel en las últimas décadas.
“La barrera, un proyecto innovador y de tecnología avanzada, quita a Hamas una de las capacidades que trató de desarrollar y coloca un muro de hierro, sensores y cemento entre la organización terrorista y los residentes del sur de Israel”, declaró el Ministro de Defensa de Israel Beni Gantz. “Esta barrera dará a los ciudadanos de Israel una sensación de seguridad y hará posible que esta región hermosa continúe desarrollándose y floreciendo”.
Cabe señalar, sin embargo, que la mayor amenaza de los últimos años sobre el sur fue por aire, la de los cohetes lanzados desde Gaza. Pero saber que el nuevo obstáculo frena la amenaza por tierra tiene un gran valor. Con los cohetes lidia otro sistema desarrollado por Israel, la “Cúpula de Hierro”, que está en funcionamiento desde hace años y ha logrado interceptar aproximadamente 90% de los proyectiles que estaban en camino a impactar sobre zonas habitadas.
POR JANA BERIS
PERIODISTA
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