Si alguien ha redoblado el paso y está chambeando “obsesivamente” es Claudia Sheinbaum. Viene de atrás, lo sabe, aún y cuando cuente con la bendición y luzca como la favorita de López Obrador para sucederlo en la Presidencia de la República.
Su imagen –dura, fría, distante de la gente– no le ayuda. Le urge un cambio al respecto. Verse menos envarada, lucir cálida, aprender a sonreír. Ese es el primer objetivo de su equipo rumbo a 2024.
En ello están, con asesores de imagen y entrevistas muy cuidadas. Su mimetismo con AMLO es otro de los puntos a atacar. Sus expertos han detectado que hacerla del clon del tabasqueño resulta chocante para la clase media, ese grupo social que tendrá que rescatar tarde o temprano si quiere ser competitiva en la elección presidencial.
Por lo pronto, quienes trabajan –contra reloj– por su candidatura tienen como primera gran prueba la Revocación de Mandato. En ese ejercicio, a realizarse el 10 de abril del año entrante, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México espera sacarse la espina de la pérdida de media capital en las elecciones de junio pasado. Y en ello trabaja todos los días, personalmente, refieren miembros de su equipo.
La recolección de firmas para apoyar la Revocación de Mandato (tanto en la CDMX como en distintas entidades del país) ha costado trabajo. Han tenido que acudir al uso de los programas sociales y algunas otras triquiñuelas para tratar de alcanzar el número requerido.
A la fecha, el Instituto Nacional Electoral ha identificado más de 50 mil firmas irregulares de las 490 mil y pico recibidas. El 10 por ciento de credenciales de elector duplicadas, otras dadas de baja, unas más de ciudadanos no localizados y muchas más con alguna inconsistencia.
El 2024, con sus distintas paradas, pasa por la movilización. Esa es la orden y la consigna recibida para triunfar. Y los motores para ello los encendió el propio Andrés Manuel.
Este 1 de diciembre, por lo pronto, volverán los grandes mítines al Zócalo de la CDMX para escuchar el mensaje del Presidente al cumplir sus tres años de gobierno.
Se esperan contingentes de distintos rumbos del país. La capital –y Claudia– asomará como la gran anfitriona del obradorismo.
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¿PORFIRIO A CUBA? Cada vez está más fuerte el run-run de que Porfirio Muñoz Ledo aceptó el ofrecimiento del gobierno para ir como embajador de México a Cuba.
La versión surgió desde la celebración de la medalla Belisario Domínguez a Ifigenia Martínez a principios de octubre. De entonces a la fecha, el exrepresentante de México ante la ONU está a la espera de la definición.
Y quien ya aguarda con ansia el beneplácito a su nombramiento como embajador de nuestro país en España es el sinaloense Quirino Ordaz. Él está puestísimo.
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GEMAS: Dante Delgado reasume liderazgo de Movimiento Ciudadano.
POR MARTHA ANAYA
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@MARTHAANAYA
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