Carlos Castillo Peraza, Presidente Nacional del PAN 1993 - 1996, solía decir que había visto tantas veces en los periódicos la esquela del Partido, que ya estaba empezando a creer que era inmortal.
La muerte del PAN ha sido anunciada muchas veces. Cuando sufrimos dolorosas derrotas electorales, o cuando algún detractor truena públicamente contra decisiones tomadas, o cuando, producto de contiendas internas o discusiones sobre diversos temas, algún grupo de militantes no se siente tomado en cuenta.
También se ha anunciado la muerte del PAN cuando hemos asumido posiciones ambiguas sobre asuntos trascendentes, o cuando hemos privilegiado la designación sobre la elección, o menospreciado las llamadas de alerta respecto de comportamientos de militantes o gobernantes emanados del PAN que distan de nuestros principios.
Las más de las veces, la institución ha sabido solucionar sus conflictos y salir fortalecida después de resolverlos. Ha habido bajas dolorosas, pero también incorporaciones muy valiosas. Hemos errado y hemos rectificado. Y hemos crecido, aprendiendo de nuestros éxitos y fracasos, con la responsabilidad de quien sabe que México necesita instrumentos ciudadanos aptos para que todos podamos tomar parte en la construcción del futuro.
En estos días estamos iniciando una nueva etapa en esta historia de 82 años, con la segunda presidencia nacional de Marko Cortés. Como todos los comienzos, es tiempo de reiniciar el camino, continuar con lo que hemos hecho bien, modificar lo que seguramente podemos hacer mejor, desterrar lo que ha hecho daño. Nuevamente daremos un mentís a quienes pronostican la muerte del PAN.
En el mensaje que dirigió en el Consejo Nacional del pasado 2 de octubre, Marko Cortés señaló algunas ideas de lo que seguramente serán aspectos centrales de esta dirigencia, 2021 – 2024.
Debemos presumir lo que somos. Nunca titubear en decir a la gente aquello que representamos. Somos el único partido de valores y principios, partido humanista, partido de libertades.
Somos un partido que impulsa y busca articular a la oposición. Hay que ser valientes y congruentes; entender que México necesita al PAN, pero el PAN necesita a los panistas, unidos y decididos. Los que fueron militantes y quieran volver son bienvenidos, ya estamos trabajando en eso.
La dirigencia del PAN requiere del acompañamiento y consejo honesto de todos los que buscan que las cosas mejoren. La tónica seguirá siendo de diálogo para enfrentar los tiempos difíciles que estamos viviendo frente a este gobierno que se empeña en hacer las cosas en sentido contrario.
Un punto fundamental que debemos abordar es la Reforma de Estatutos. Se aprovechará lo que se hizo anteriormente y se dejó pendiente por la pandemia, pero habremos de discutir a fondo para perfeccionar nuestros métodos internos. Discutamos qué PAN queremos para el futuro, donde esté presente la sociedad, y atendamos las causas sociales más sentidas.
El PAN tiene grandes retos, los panistas debemos asumirlos con generosidad y fortaleza, por el bien de México.
POR CECILIA ROMERO CASTILLO
COLABORADORA
@CECILIAROMEROC
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