La actual dinámica global genera que los gobiernos locales participen cada vez más en temas internacionales, dando origen a una nueva diplomacia regional y a redes de cooperación más horizontales. México no es ajeno a estos procesos de internacionalización local. Por esta razón, y para enfrentar de mejor manera los retos de la gobernanza local, las ciudades buscan cada vez más oportunidades en el exterior. La pandemia derivada de la COVID–19 ha evidenciado, entre muchas cosas, lo importante que son las redes internacionales de ciudades globales para generar cooperación, intercambio, soluciones y acciones ante los desafíos mundiales.
Hoy el debate ya no es si una ciudad debe internacionalizarse, sino cómo y para qué debe hacerlo. En ese sentido, para que la internacionalización local genere resultados, debe planificarse, sustentarse y articularse en una política pública que contemple una estrategia de desarrollo territorial sostenible. Dicha estrategia debe ser vista como una oportunidad y como el camino para desarrollar las localidades a través de mejores prácticas, inversión, comercio, turismo, innovación, hermanamientos, y cooperación. Por ejemplo, la Ciudad de México comparte su experiencia en temas de protección civil con la ciudad de Johannesburgo; y, en temas de movilidad sustentable con Bogotá. En materia tecnológica y digital, el municipio de Zapopan coopera con la región francesa de Angoulême para impulsar un clúster de esta industria y en materia de oportunidades de inversión, la megarregión Sonora-Arizona les ofrece a las empresas mundiales una plataforma competitiva que genera más de 5 millones de empleos. Finalmente, en temas relacionados con el desarrollo social, la alcaldía de Cuauhtémoc firmó el año pasado un acuerdo con el Distrito de Pilsen en Chicago, con la activa participación de la comunidad mexicana migrante, para impulsar programas de reunificación familiar y de promoción económica, entre muchos otros ejemplos.
La fortaleza de este intercambio nos hace pensar en un futuro en el que la cooperación urbana global será clave para enfrentar cuestiones urgentes como el cambio climático, la planificación de ciudades, el fenómeno migratorio, igualdad de género y muchos otros desafíos a los que estamos expuestos. Si bien México ha incrementado la actividad internacional desde lo local, el camino por recorrer aún es largo. De los 2,469 municipios del país, solamente alrededor del 6% realiza actividades internacionales.
Hoy tenemos el reto de ampliar, diversificar e institucionalizar la acción internacional local. El intercambio de experiencias y conocimientos no solo genera aprendizaje, sino que también, en el largo plazo, se traduce en bienestar y crecimiento sostenible.
Para la construcción de una nueva esfera de gobernanza mundial, la política exterior debe verse como una herramienta transversal que nos permita generar desarrollo regional y nacional. Hoy, no hay reto global sin soluciones locales.
POR XIMENA ESCOBEDO JUÁREZ
DIRECTORA GENERAL DE COORDINACIÓN POLÍTICA SECRETARÍA DE RELACIONES EXTERIORES
@ESCOBEDOX