El 25 de noviembre de 2019 se emitió la Declaratoria de Alerta por Violencia contra las Mujeres en la Ciudad de México, “con el fin de que se implementen las acciones de emergencia que permitan garantizar la seguridad y los derechos de las mujeres, niñas y adolescentes que habitan o transitan en la Ciudad, así como visibilizar la violencia de género y transmitir un mensaje de cero tolerancia.”
En un año hemos avanzado en la lucha por erradicar la violencia de género. Desde el Congreso de la Ciudad de México, por ejemplo, se aprobaron leyes para la creación del Registro Público de Agresores Sexuales, y del Banco de ADN, además de la Ley Olimpia. También se creó la Fiscalía de Feminicidios, además de la reforma para que sean agresores quienes salgan de los domicilios y no las víctimas, pero no es suficiente.
La violencia continúa en todo el país y en los últimos días se hicieron públicos los feminicidios de Susana, Claudia Cecilia, Alexis, Gaby y Sofía Alejandra, la más joven de todas las víctimas, de tan sólo 12 años de edad y cuyo cuerpo fue encontrado 11 días después de que se denunciara su desaparición.
En los primeros 9 meses de este año, 2 mil 150 mujeres fueron víctimas de homicidio doloso y se cometieron 704 feminicidios, de acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Pública. En ese mismo lapso se registraron 2 mil 785 llamadas de emergencia por violaciones, 3 mil 910 por abuso sexual, 6 mil 300 por acoso u hostigamiento sexual, otras 181 mil por incidentes de violencia de pareja, 531 mil más por violencia intrafamiliar y 199 mil 974 por violencia contra mujeres.
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Dichas llamadas no bastaron para evitar feminicidios ni violencia de género, considerados por la relatora especial de la ONU sobre la violencia contra las mujeres como otra pandemia, una ignorada y para la que tampoco hay vacuna. Si estás harto del autoconfinamiento por unos meses, imagina vivir con miedo o tener que decidir hasta cómo vestir, dependiendo el transporte público que utilizarás, porque esta otra pandemia cobra vidas al azar bajo una única condición de riesgo: que un hombre decida que puede hacer lo que le venga en gana contigo, sólo porque eres mujer y porque el nivel de impunidad en feminicidios rebasa 50 por ciento, y en homicidios dolosos es de casi 90 por ciento.
Sí, las autoridades, las fiscalías y las y los legisladores todavía tenemos mucho que hacer, pero el problema es más complejo y exige la participación de todas y todos. Por eso, este 25 de noviembre, en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, te invito a realizar un pequeño cambio que contribuya a erradicar la violencia y discriminación de género en tu entorno. Hacerlo, podría traernos resultados más profundos y significativos que la alerta de género.
POR CIRCE CAMACHO
@CAMACHOCIRCE