MIRANDO A OTRO LADO

Sin freno, la destrucción avanza

Tal parece que el propósito central del gobierno federal mexicano actual es desmantelar las instituciones estatales por completo

OPINIÓN

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Ricardo Pascoe Pierce / Mirando al otro lado / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Tal parece que el propósito central del gobierno federal mexicano actual es desmantelar las instituciones estatales por completo, dejar la economía en estado comatoso y provocar divisiones internas en la sociedad para dejarla herida para siempre en su capacidad de reencuentro y reconciliación. Destruir todo lo que encuentra en su camino.

Para lograr esa hazaña, que denomina sarcásticamente “transformación”, ha resuelto emprender la guerra contra todo aquello que huela, se vea o sugiera, el supuesto “antiguo régimen”. Pero no deja sorprender que esa guerra contra el pasado tiene, como sus soldados de primera línea, a conspicuos representantes de todo lo que se pretende destruir. Incluso, muchas de esas tropas han hecho, y están activamente consolidando (as we speak), sus fortunas hechas al amparo de viejas y nuevas prácticas del reparto de la liquidez del presupuesto público. Pienso en Ebrard, Delegado, Monreal, Bartlett, Sheinbaum, Romo, Romero, Guevara, Durazo, Nahle, Eréndira y su desalmado acompañante, Pío, la Prima, la Cuñada, Los Hijos, etc etc etc.

Una contradicción recorre el corazón de su declarado propósito de destruir el actual sistema económico, político y social, porque lo quiere lograr con una pléyade de personajes que construyeron ese sistema y quienes realmente no lo quieren destruir sino torcer, pero a su favor. Simultáneamente hemos descubierto que no solo no tienen una propuesta de alternativa de sociedad, ni siquiera la están pensando o elaborando.

A lo que están abocados, cual lemmings escandinavos, es a tirar todo por la borda de lo construido y pidiéndonos que los acompañemos, con fidelidad ciega, a nuestra mutua destrucción.

Los ejemplos abundan. El reciente nombramiento de responsables al área financiera de cuadros del ala radical anticapitalista de Morena se hace, a pesar de su absoluta incapacidad técnica y conocimiento o expertise del área, porque están planeando un golpe de Estado al Banco Central. Esos nombramientos coinciden con la decisión de abrir las arcas de Banxico a divisas sin poder asegurar su origen lícito. Quieren debilitar deliberadamente la legalidad, la autoridad moral y autonomía del Banco Central para poder justificar, en poco tiempo, la apropiación de sus reservas internacionales por parte del gobierno federal para atender sus necesidades urgentes,  justificado como apoyo a “los pobres”. Tener una espía en las entrañas de Banxico facilita la planeación de los siguientes pasos al preparar el golpe final. Ese desenlace se coronará con la apropiación  del oro en los cofres del Banco Central para pagar el gasto corriente de un gobierno al borde de la bancarrota. ¡Y que diga lo que quiera el maldito mundo!

Otro ejemplo de los planes para desarticular el sistema económico, y que no va a traer nada bueno, es la guerra de guerrillas emprendida contra las Afores. Hoy, con demagogia, se justifica bajar las comisiones de las administradoras para favorecer a los pensionados. Pero en realidad la idea a largo plazo del gobierno es hacer inviable la existencia del sistema de los fondos de pensiones para que, eventualmente,  pueda convertirse en único administrador de esos fondos y cambiar los criterios de su inversión. Servirán luego para financiar sus megaproyectos inviables, como el rescate a Pemex, la refinería Dos Bocas y el absurdo y ecológicamente reprobable Tren Maya. El gobierno cree que es capaz de administrar esos fondos, cuando la historia muestra que las pensiones en manos del Estado son un pozo sin fondo de corrupción. Y “estos sí son iguales a los otros”.

Por otro lado, y ya entrando de lleno en las relaciones internacionales, la ley que exige reportes regulares a las agencias de inteligencia de otros países que operan en México sobre “sus descubrimientos” va a tener un efecto específico exactamente opuesto a lo que supuestamente busca. En vez de compartir su información, van a dejar de compartirla. Y la combinación de esas piezas legislativas-Banxico y órganos de inteligencia, además de Afores-van a satanizar a sus promotores políticamente para el resto de sus vidas. Porque todos ellos tienen cola que les pise. Y si no me equivoco, lo que vamos a empezar a escuchar son filtraciones sobre las relaciones de miembros de esta administración con el crimen organizado. Y vaya que son varios, y desde hace muchos años. Nada más observen quiénes son los más pudientes “funcionarios públicos” de la 4T y tendrán una idea de por dónde vendrán los siguientes misiles. Porque si hay alguna convicción bipartidista en Washington, es que este gobierno tiene, desde lo más alto, compromisos con el crimen organizado. La medida legislativa es vista, no sin cierto grado de veracidad, como un boleto libre para la actuación del crimen organizado sin cortapisas en México.

Washington confirma que el General Cienfuegos está libre, sin una investigación seria en su contra, y que su regreso a México fue una carta de inmunidad. Pero hay que recordar que en casi todos los casos de golpes contra el crimen organizado hubo, entre otras cosas, inteligencia proporcionada por agencias de otros país. El Chapo fue detenido con información proporcionada por Estados Unidos. Fidel Herrera y los Moreira fueron detectados por información obtenida a través de las agencias españolas. ¿Y Lozoya? Cuando el procurador Barr dice que la decisión de los fieles de Ricardo Monreal en el Senado favorece al crimen organizado, coloca a la 4T en un lugar incómodo: como el visible promotor de actividades criminales, ante los ojos del resto del mundo.

Todos estos ejemplos ponen de relieve la celeridad con la que el gobierno de la 4T pretende destruir la institucionalidad democrática en México, reorientar su modelo económico hacia un populismo monopólico de Estado y aplastar a las oposiciones. Se empeña en rápidamente sentar las bases de un régimen autoritario, en tanto asegura que su proyecto sea “irreversible”.

Y sin embargo no dice cuál es el modelo alternativo que se quiere construir. Simplemente se dedica a destruir. Tiene en su inculta cabeza una mezcla rara, confusa de Cuba, Venezuela, Bolivia, el Brasil de Lula, el peronismo argentino,  Foro de Sao Paulo, que ni gobierno es. Lo claro es que no tiene nada claro. Por lo pronto, la misión expresa es seguir destruyendo todo lo que encuentre en su camino en México.

POR RICARDO PASCOE PIERCE
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