Alejar a las niñas, niños y jóvenes de las organizaciones delincuenciales de alta peligrosidad exige dos aspectos fundamentales: fortalecimiento de las políticas sociales y robustecimiento policial y de justicia. Ambos pasan por la denuncia ciudadana indispensable, sea de víctimas o de terceros.
En contextos de violencia, como lo alertó la UNESCO desde 1964 y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos difundió pormenorizadamente en 2015, la victimización infantil utilizada criminalmente por los organismos delictivos solamente puede ser contenida con una visión preventiva y holística.
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En el libro “La Delincuencia de menores: un problema del mundo moderno”, recuperado por la biblioteca de la UNESCO, ya se plantea este fenómeno mundial. A nivel continental, considerando las experiencias de países centroamericanos y Colombia, es cuestión de vida o muerte la atención eficaz y eficiente de acuerdo al contexto.
Los dos casos de violencia contra menores que estremecieron a la opinión pública en la capital nacional exigen acciones basadas en políticas sociales, coordinación institucional local y federal, así como presencia policial, investigación e inteligencia operativa.
Eso se alinea en la propuesta de “Barrio Adentro” presentada ayer por la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, en compañía de la titular del DIF, Esthela Damián, la Autoridad del Centro Histórico, Dunia Ludlow, y el subsecretario de Gobierno Arturo Medina.
La localización de los restos de los niños mazahuas, Yair y Héctor, en Cuba 86, y el hallazgo del cuerpo de Alessandro, un niño de 14 años, dentro de una maleta abandonada en la colonia Guerrero son nueva evidencia brutal que requiere respuesta.
La iniciaron la titular de la FiscalÍ General de Justicia, Ernestina Godoy, y el secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, con las detenciones de 147 individuos. Ello forma parte de un escenario más amplio que ha implicado golpes a todos los organismos delictivos de alta peligrosidad en los 334 cateos que se han realizado este año y que han resultado en la detención de 505 personas, incluidos 65 perfiles delictivos prioritarios.
La CDMX da muestras de un trabajo constante para fortalecer la profesionalización de la Policía. A la par, “Barrio Adentro” complementará la iniciativa preventiva de “Jóvenes unen al barrio”.
El objetivo es comunitario e integral. Hay una verdadera determinación de atacar la problemática desde el interior de las zonas de alto riesgo como la Colonia Guerrero y el Centro para identificar casos complejos, desarrollar diagnósticos puntuales y dar seguimiento. La estrategia es atender directamente a los barrios que más lo necesitan y trabajar para la reconstrucción del tejido social: atención a las causas.
Nuestra capital ha puesto un ejemplo en trabajo integral inteligente, en el sentido humano y policiaco. Hay retos, pero para ello, además del compromiso de las autoridades se necesita la inclusión de un trabajo ciudadano y comunitario mucho más profundo y la continuidad de estrategias que han mostrado efectividad tanto para la reducción de la incidencia delictiva como para la protección de niñas, niños y adolescentes.
POR SALVADOR GUERRERO CHIPRÉS
@GUERREROCHIPRES