Con el nombre de Plan Verdad y Memoria Histórica del Pasado Reciente, la Secretaría de Gobernación, el Gobierno de la Ciudad de México, el Archivo General de la Nación y el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), pusieron en marcha una iniciativa para retirar de sitios públicos los nombres de responsables de la represión del periodo 1960-1980.
La jefa de Gobierno de la Ciudad de México ha propuesto en lo particular, una consulta para eliminar de calles y colonias los nombres de los ex presidentes Luis Echeverría y Gustavo Díaz Ordaz.
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Claudia Sheinbaum, destaca la importancia de abrir la memoria histórica de la ciudad y del país con el fin de conocer la verdad de lo acontecido en la segunda mitad del siglo XX y subraya que: “la única forma de lograr la reconciliación es abrir la verdad, ofrecer perdón como Estado e iniciar una historia distinta”.
En lo particular, creo que ya era necesario terminar con la afrenta de seguir conservando vialidades con los nombres de los traidores a la patria. Este es un importante paso para esclarecer hechos obscuros de nuestro país, en particular la matanza estudiantil de la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, el 2 de octubre de 1968.
Tiene razón el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas cuando afirma que: “No puede ser que tengamos en Puerto Vallarta un aeropuerto con el nombre de Gustavo Díaz Ordaz o el de otras personas que cometieron actos criminales contra mexicanos”.
Díaz Ordaz, uno de los expresidentes más repudiados del siglo XX, en efecto, fue destinatario de homenajes que impusieron su nombre a diversas infraestructuras: un municipio en Tamaulipas; el aeropuerto de Puerto Vallarta, Jalisco; seis escuelas, y numerosas vialidades en entidades como Ciudad de México y Nuevo León.
Luis Echeverría Álvarez, también tiene su nombre en escuelas, clínicas, centros comunitarios e importantes vialidades.
Una consulta en el buscador de google maps, nos lleva a cinco calles con el nombre de Luis Echeverría Álvarez, y a otras cinco vialidades con el nombre de Gustavo Díaz Ordáz tan solo en la ciudad de México. Sabemos que durante muchos años se impuso la costumbre de poner nombres de políticos, luego condenados por la justicia o por la historia, en numerosos espacios públicos.
El gobierno de la Ciudad también consultará con vecinos de la colonia Nueva Díaz Ordáz, en Coyoacán, (una de las colonias propuestas para cambio de nombre), si están interesados en modificar los nombres de los lugares que habitan, “en cualquier caso se deberá contar con la autorización de los vecinos, ya que cualquier modificación implica consecuencias en documentos de identificación personal y propiedades”, ha especificado la Dra. Sheinbaum.
Como parte del Plan Verdad y Memoria Histórica del Pasado Reciente se revisarán ocho mil cajas con expedientes de la extinta Dirección Federal de Seguridad, la Dirección de Investigaciones Políticas y el Ejército mexicano, y se investigarán casos como los ocurridos en el conocido como Campo Militar Número 1; además se incluirá en el temario de educación básica y media el respeto a los Derechos Humanos, lo anterior en el marco de la conmemoración de los 700 años de la fundación de Tenochtitlán, de los 500 años de la Conquista y los 200 años del México independiente. ¡La Cuarta Transformación va!
POR CÉSAR CRAVIOTO
COMISIONADO PARA LA RECONSTRUCCIÓN DE LA CIUDAD DE MÉXICO
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