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Secuestrados

La Cámara de Diputados debe enfrentar un tercer intento de secuestro parlamentario de la CNTE

OPINIÓN

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En nuestro sistema democrático de pesos y contrapesos, no bastan las buenas leyes, hay que hacerlas valer; de hecho, en cada proceso electoral muchos ciudadanos cuestionan para qué hacer nuevas normas, si cumplir las existentes sería suficiente.

Una buena ley vela por los derechos humanos, brinda mecanismos para exigirlos al Estado e incluso protege a las personas de la inacción o el autoritarismo gubernamentales, tarea que, en un país tan diverso y plural como el nuestro, requiere condiciones mínimas que, últimamente, están en riesgo gracias a la autodenominada Cuarta Transformación.

Primero fue la intentona reeleccionista para que Morena siguiera al frente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, en una abierta falta de respeto a la pluralidad política y a la paridad de género, pero, sobre todo, en franca violación a la ley, que pretendía modificar en beneficio propio. Por fortuna, fueron moralmente derrotados.

Es simple. El interés de unos cuantos no puede estar por encima del interés de la nación y no se trata de victorias políticas o personales, sino de fortalecer las instituciones conforme marca la ley. Así, para que el Poder Legislativo cumpla su responsabilidad, el gobierno de la capital del país y sede de los poderes de la Unión debe brindar las condiciones de seguridad necesarias. Por eso llama la atención que, a partir de esta legislatura donde Morena es mayoría junto con sus aliados del PT, PES y PVEM, se permita que organizaciones sindicales afines a ellos, como la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), acuerde en Palacio Nacional y luego secuestre el trabajo legislativo para asegurarse de que responda a sus intereses.

Ante las recurrentes tomas de la Cámara de Diputados por parte de la CNTE que impidieron sesionar como lo prevé la Constitución, en marzo, el Senado tuvo que otorgar su consentimiento a la Cámara de Diputados, entonces presidida por Porfirio Muñoz Ledo, para que suspendiera sesiones durante más de tres días.

Librados ya el control de la mesa directiva y la reforma constitucional en materia educativa, a dos semanas de que inició el nuevo periodo de sesiones, la Cámara de Diputados debe enfrentar un tercer intento de secuestro parlamentario a manos de la CNTE a quien, en una carta pública, el Presidente de la República le ofreció participar en la redacción de las normas secundarias. Ayer venció el plazo constitucional para aprobar las leyes secundarias en materia educativa y, por segunda ocasión, en una semana, la sesión fue cancelada. Ni el gobierno federal o el de la capital del país, ni Morena y sus aliados en San Lázaro brindaron las condiciones de seguridad necesarias.

¿Dónde queda el juramento de respetar y hacer respetar nuestra Constitución y las leyes que de ella emanan? ¿Dónde queda la rectoría del Estado en materia educativa que dejamos explícita en la reciente reforma al artículo 3º constitucional?

¿Entenderán Morena, su gobierno y sus aliados que al ceder a chantajes e intereses de unos cuantos, lo que están secuestrando realmente, es el interés superior de la infancia y su derecho a recibir educación pública, gratuita, obligatoria, laica y de excelencia?

POR ANA LILIA HERRERA

DIPUTADA FEDERAL MEXIQUENSE

@ANALILIAHERRERA

edp