Leyes, alertas de género, manifestaciones…, ¿qué hace falta para frenar la violencia contra mujeres y niñas, que en pleno siglo XXI se erige, coincido con la ONU, “como una de las violaciones a los derechos humanos más extendidas, persistentes y devastadoras en el mundo”?
Sin duda hacen falta menos declaraciones y más acción: políticas, evaluaciones y presupuestos consistentes en el tiempo, porque hoy en México, sin importar la ubicación geográfica o el estrato social, el temor que tenemos las mujeres de ser víctimas de una agresión verbal, psicológica o física inunda las calles, pero también nuestros hogares y relaciones afectivas, donde, se supone, deberíamos estar seguras. Celebro, pues, que llegue Spotlight a los municipios de Ecatepec, Naucalpan, Chihuahua, Ciudad Juárez y Chilpancingo. Esta iniciativa, emprendida por la Unión Europea y las Naciones Unidas, se orienta a eliminar todas las formas de violencia contra mujeres y niñas.
Y como reconocer el problema es el primer paso para solucionarlo, valoro que el gobernador Alfredo del Mazo estuviera al frente de este tema, comprometiendo el esfuerzo transversal de su gobierno, especialmente de la Secretaría de Justicia, el Consejo Estatal de la Mujer y con el respaldo de la Fiscalía y los poderes Legislativo y Judicial mexiquenses. Al referirse a la iniciativa que en el estado tendrá impacto en más de 1 millón 300 mil mujeres, el gobernador advirtió que el reto es “hacer visible el fenómeno, sacar a las agresiones de la oscuridad donde crecen, a los perpetradores del anonimato que los protege, y a las víctimas del silencio que promueve o justifica su condición”, por lo que se hará énfasis en el acceso a la justicia, la lucha contra la impunidad y el fortalecimiento del monitoreo institucional y de los sistemas de información.
Así, la iniciativa de la ONU nos permitirá en el estado, y ojalá en el país, revisar y fortalecer esfuerzos: protocolos y resultados en las unidades de Género de las dependencias de gobierno y organismos autónomos, en el actuar de los tribunales, las Universidades de Investigación creadas por la Fiscalía General de Justicia mexiquense, la Policía de Género, los sistemas georreferenciados de información o la Red Naranja, aplicación móvil que permite a las mujeres solicitar auxilio, denunciar casos de agresiones o desapariciones y ubicar los centros de atención gubernamental más cercanos.
Como dijo Rosa María Oviedo, en representación de la sociedad civil que participará en el proyecto: “Spotlight representa una luz en el camino”. Sí, pero hay focos rojos en el horizonte: en estos nueve meses, el gobierno federal se ha empeñado en desmantelar programas, instituciones y organizaciones sociales que significaban una importante red de apoyo y protección a los derechos de las mujeres y sus familias. Spotlight llega cuando en nuestra sociedad el temor se convirtió en hartazgo y la izquierda está en el poder, lo que debe obligarla a dejar de usar como banderas la violencia contra las mujeres y los feminicidios, para demostrar que el discurso puede llevarse con efectividad a la práctica y responsabilizarse de devolvernos la seguridad que merecemos.
POR ANA LILIA HERRERA ANZALDO
DIPUTADA FEDERAL POR EL PRI
@ANALILIAHERRERA
edp