Las huellas de Harvey

Cada vez es más común que fenómenos meteorológicos ocasionen muerte y destrucción, además de impactos económicos. Sobre Harvey y sus efectos en Texas y Luisiana algunos analistas señalaban a principio de semana que estos podrían ser limitados, en cambio hay quien ve en el poderoso huracán severas consecuencias. Datos del JP Morgan Chase destacan que para la industria aseguradora el temporal representará más de 17 mil millones de dólares en pago de primas, –aún es muy pronto saber su costo real–, estos primeros cálculos están por debajo de los 36 mil millones de dólares que costó Sandy en Nueva York en 2012 y lejos de los 80 mil millones de dólares en pérdidas aseguradas que generó Katrina en Nuevo Orleans en 2005. Especialistas destacan que el impacto de Harvey se reflejará más en el terreno energético, no perdamos de vista que Texas cuenta con las principales refinerías de Estados Unidos, con capacidad de procesar el 30 por ciento del total de hidrocarburos que produce, –además del cierre momentáneo que registró la franja petrolera del Golfo de México–. Un aspecto para nuestro país donde la atención del SAT de Osvaldo Santín, su Administrador General de Aduanas, Ricardo Treviño, gobernadores de entidades fronterizas como Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, Chihuahua, Javier Corral y Sonora, Claudia Pavlovich, además de alcaldes de ciudades que colindan con la unión americana, es lo referente a la importación de vehículos usados, –los conocidos autos chocolate–. Aunque las condiciones actuales son muy diferentes a las de aquel 22 de agosto de 2005, cuando el Gobierno Federal encabezado por Vicente Fox, emitió un decreto que permitía la importación de autos con tasas preferentes, sin exigir historial vehicular, ni verificación de emisiones, además de no obligar a los agentes aduanales a tener un archivo electrónico de antecedentes, haciendo posible la entrada de vehículos –incluso con documentos falsos–, los riesgos existen. Para dimensionar de que hablamos, en 2006 entraron a México 1.2 millones de vehículos usados, –2017 cerrará con alrededor de 100 mil vehículos–. Un porcentaje –aún no determinado– de los automóviles que ingresaron durante 2006 a nuestro país eran recuperados y reparados de los daños ocasionados por el huracán Katrina que, al no contar con las condiciones para seguir circulando en Estados Unidos, fueron vendidos a quienes movían en México el jugoso negocio de los coches chocolate, ya sucedió una vez ¡cuidado!   Buenos resultados.  CONEVAL de Gonzalo Hernández Licona, dio a conocer su medición de pobreza donde destaca que entre 2014 y 2016 la carencia alimentaria disminuyó 3.2 puntos, es decir 2 millones 800 mil personas menos. Esto es significativo porque representa que la política social del presidente Enrique Peña Nieto ha funcionado a pesar de los cambios en la cartera de SEDESOL. El periodo referido representa 2 terceras partes a la gestión de Rosario Robles y el resto a la de José Antonio Meade.   Columna anterior: Avanzan negociaciones antidumping en importación de soldadura china